CAPÍTULO 51: "Niñeros por una noche"

4.2K 310 42
                                    



— Oh Dios mío señora Allen, perece que fue hace meses la última vez que la vi
— Buenos días Carly ¿tu mañana ha estado bien?
— Sí, tranquila, el señor Allen, ha estado reunido con sus abogados
— Perfecto, tengo que hablarle de algo
— Ya sabe que es bienvenida siempre que lo desee ¿le llevo algo de beber?
— Gracias, una taza de té estaría perfecto

Apresurándose delante de ella, Carly, tocó un par de veces antes de abrirle la puerta de la oficina y dejarla para ir por su té.

— Buenos días —saludó Danielle, con una sonrisa
— Cariño ¿qué haces aquí?

Sorprendido con la inesperada visita de su esposa Nicholas, se levantó de su silla y se acercó a recibirla. Ni siquiera le importó que sus abogados se encontraran allí, la abrazó y besó como si estuviesen solos.

— Mika, me visitó hace un rato y me comentó que los padres de Vanessa, no quieren verte ¿por qué no me dijiste nada?
— No quería preocuparte, ellos no desean tener nada que ver con todo este desastre
— ¿Qué piensas hacer?
— Primero ven a sentarte ¿quieres un té? —ofreció Nic, ayudándola a tomar asiento frente a sus abogados en la sala frente a su escritorio
— Carly, acaba de ofrecerme uno
— Yo me encargo señor Allen —ofreció Ben—. Qué bueno verla señora Allen
— Hola Ben, Susan, me encanta tu chaqueta —sonrió Danielle, hacia la abogada
— Gracias señora Allen, luce radiante el día de hoy
— Ay, créeme, solo me siento cada día más pesada —suspiró tocándose el vientre
— Eso es bueno y ya no queda mucho cariño —comenta Nic, tomando asiento junto a ella, acariciando su espalda
— Eso creo, me asusta un poco expulsarlas

Sonriendo ante su comentario Nic, se aferró a ella, por supuesto que eso era algo que también le aterraba, pero se mantenía calmado gracias a Lee, quien le aseguró que lo mejor sería una cesárea.

— ¿Cómo llegaste aquí, te trajo Glenn?
— Lee, me trajo
— ¿Se quedó afuera?
— Sí, creo que le gusta Carly, siempre se ofrece a traerme y nunca quiere entrar

Antes que Nicholas, tuviera oportunidad de comentar algo Ben, entró con una bandeja con la taza de té, de Danielle, y galletas.

— Bueno, iré al grano porque Patts, está preparando un almuerzo delicioso y no quiero perdérmelo —anunció luego de probar su té—. Tenemos que insistir con los padres de Vanessa
— No podemos forzarlos, se han negado dos veces a verme
— Solange, querrá verme, como sabes he estado trabajando un poco para controlar mi ansiedad y tengo una solicitud de la señora Mitchell, podemos concertar una cita y usarla para abordarlos
— Eso es una excelente idea señora Allen —asintió Susan, de acuerdo con ella
— Si, en cuanto regrese a casa me comunicaré con ella para concertar la cita lo antes posible, no podemos perder más tiempo, ese maldito juicio es en una semana
— De acuerdo, esto es lo que haremos Ben, quiero que redactes un acuerdo en el que lo Mitchell, acceden voluntariamente a internar a su hija en un psiquiátrico a cambio que nosotros aceptemos el tratamiento y no la enviemos a prisión, si lo rompen Vanessa, se va tras las rejas —ordenó Nicholas, decidido
— Enseguida señor Allen
— Susan, investiga psiquiátricos seguros y de alto nivel, estas personas piensan que mientras más dinero gastes es mejor
— Claro señor
— Pueden retirarse.

Con impaciencia Nicholas, los observó tomar todas sus cosas y dejar la oficina. Cuando estuvieron absolutamente solos tomó las manos de Danielle, y se giró para mirarla a los ojos

— ¿Estás de acuerdo en lo que acabo de pedirle a Ben?
— Sí, el acuerdo es una buena idea
— La parte en que accedo a no enviar a la desquiciada a prisión
— Solo la quiero lejos de nosotros
— Bien, sabes que solo haré lo que tú, me pidas —suspiró acariciándole la mejilla
— En ese caso llévame a casa y almuerza conmigo
— De acuerdo

Sí SeñorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora