Capítulo 36: "Veintisiete (27)"

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Con impaciencia Nicholas, se movió entre la marea, esquivando a gente que cantaba, bailaba, saltaba, reía, cada minuto más desesperado por encontrarla. Ya había tardado demasiado en conseguir entrar, su publicista le consiguió un pase de prensa para poder moverse por donde quisiera ya que el show estaba completamente agotado y tantas personas comenzaban a alterar sus nervios. Por suerte Wes, le respondió el mensaje y todas las llamadas que le hizo, sabía su ubicación, ahora llegar allí era casi una misión imposible. Pero se trataba de ella, así que llegaría como sea.

Wasted times... I spent with someone else, she wasn't even half of you, reminiscin' how you felt. And even though you put my life through hell, i can't seem to forget 'bout you, 'bout you, i want you to myself. And now I'm askin', who do you belong to now? Who you give that love to now?

Danielle, se encontraba en medio de sus dos amigos escuchando la canción que secretamente había asignado como suya y de Nicholas, producto de esa loca noche en que le demostró que no tenía un problema con el alcohol, esa noche especial en que la hizo querer mejorar y nunca más volver atrás, solo quería estar con él. Las emociones comenzaros a abrumarla y con la intensidad de The Weekend, la oscuridad, la música tan fuerte envolviéndola en sus recuerdos, todo a su alrededor se sintió demasiado alto que nadie la oiría llorar si lo hacía, dejó caer las lágrimas, ya no lo aguantaba, ahora alguien más sabía la verdad, ya no había vuelta atrás, era un hecho y estaba tan asustada..., aterrada de reconocerlo, de hacerlo realidad...

Entonces unos familiares brazos la rodearon.

Los reconoció en un segundo, era él..., haciéndola sentir a salvo. Dejó salir un tremendo suspiro de alivio antes de girarse entre sus brazos y aferrarse con todas sus fuerzas a Nic, no se movieron por las siguientes dos canciones, solo entonces se atrevió a levantar el rostro para mirarlo a los ojos agradeciéndole no haberla dejado sola pese a que ella lo quiso. La oscura mirada de Nicholas, la contempló con adoración, emocionado y preocupado a la vez porque se haya guardado algo tan importante por tanto, sabía exactamente cuando la había encontrado, sabía lo confundida y asustada que saber la verdad la puso

— Te amo Dani
— Gracias por venir, significa mucho para mí
— Creo que estoy aprendiendo, nunca dudes en que tú significas todo para mí
— Estás siendo romántico, me gusta —confesó conteniendo su emoción
— Vas a tener que dejar de burlarte de mí porque pretendo seguir siendo romántico y muuuy cursi
— Siento que te amo muchísimo ahora mismo

Compartiendo una risa por ese último comentario se besaron rodeados de la locura del concierto y con sus amigos gritando a ambos lados felices porque ella cambiara su lúgubre expresión. La pusieron a bailar burlándose con cariño de su panza y advirtiéndole que esta era su última oportunidad de volverse loca porque ya no iban a permitir que agitara al bebé como si estuviese preparando huevos revueltos.

Tras superar la angustia con ayuda de su prometido y sus amigos incondicionales Theo y Wes, disfrutaron el final del concierto y continuaron con el plan original. Había sido todo un día de actividades, compras, un nuevo corte y muchos regalos de parte de todos sus amigos. Sobre todo de Mika, que fue donde pasaron la tarde en compañía de Leo y Lee, también cenaron con el pequeño Robbie, antes de irse al show. Ahora quedaba la última parte, comer chatarra y un delicioso pastel. Acabaron en el pequeño y frío apartamento pero eso realmente no importó cuando la alegría y el cariño de todos, era tan intenso. Danielle, se sintió abrumada por segunda vez esa noche y sumamente afortunada por estos amigos que honestamente llegaron en momentos bastante extraños pero justo a tiempo.

No puedo sentir la cara cuando estoy contigo...
— ¿Qué?

Ese murmullo que se escuchaba tan lejano acompañado con la voz más sensual de un Nicholas, por la mañana la despertó, junto con las suaves caricias como ya está siendo costumbre despertarla. Sus manos recorriendo su vientre hinchado de tantas papitas fritas de la noche anterior, la ternura y adoración en un simple toque

Sí SeñorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora