CAPÍTULO 40: "Quiero que sea sorpresa"

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— Tengo que ir al trabajo 
— Lo sé —murmuró medio dormida
— Prometo venir para almorzar contigo
— Necesito un vestido —recordó aun con los ojos cerrados
— Recuerda lo que hablamos anoche. No quiero que salgas de la cama —le advirtió
— Lo sé, no muero de ganas —bostezo seguía exhausta
— Encargué algunas cosas para Robbie, se buena y échales un vistazo, hay que envolver regalos

Con eso abrió los ojos y sus quejas por ser despertada se esfumaron. Era tan lindo cuando se lo proponía que no pudo ocultar su emoción.

— Me gusta envolver regalos
— El mío lo prefiero sin nada, ya sabes —sonrió besándola
— Claro que lo sé, avísame si no puedes llegar, presiento que hoy tendré hambre todo el día
— Voy a venir a verte, tengo que asegurarme personalmente que estés bien
— ¿No te enojas si trabajo un rato? Tengo que revisar algunas cosas, la gente rica hace muchos almuerzos y cosas después de navidad
— De acuerdo, pero quiero que descanses Jim, dijo que estas agotada y fatigada, no quiero que te exijas demasiado
— Lo sé, la espalda me está matando
— Voy a la ducha, escríbeme cuando desayunes
— De acuerdo, ve y dirige tu hotel guapo
— Te amo
— Lo se

Con una sonrisa sostuvo el rostro de Nicholas, y lo besó lentamente deleitándose con el sabor de este hombre. Sus besos eran como chocolate, adictivos y nunca suficientes. Solo cerró los ojos y eso bastó para volver a dormirse. Estaba exhausta.

A las 11 de la mañana Patricia, entró en la habitación con una gran bandeja de desayuno, Nicholas, la había llamado para que la despertara puesto que no recibió ningún mensaje de ella y no respondió a sus llamadas. Así que Patts, se puso manos a la obra y la despertó.

— Buenos días bella durmiente, hora del desayuno —saludó acercándose a la cama—. Dani, es hora de despertar —insistió al ver que no se movía—. Vamos dormilona
— Mmmmm

Un gruñido fue lo único que salió de Danielle, así que dándole su espacio para que se despertara Patricia, dejó la bandeja en el mueble cerca de la ventana y abrió las cortinas iluminando toda la habitación.

— Que sueño tengo Patts —se quejó con un puchero
— Hora de comer, traje todo lo que te gusta
— Necesito un minuto más

Pidió bostezando mientras estiraba sus brazos, le encantaba la casa y su calefacción, no era necesario envolverse en una manta para salir de la cama. Se frotó los ojos obligándose a despertarse por completo y se sentó solo para encontrarse con la cariñosa mirada de Patricia

— ¿Cómo te sientes hoy?
— Adormecida ¿qué hora es?
— Las 11 de la mañana señorita
— Oh rayos..., me quedé frita después que Nic, se fue
— Vamos ¡a comer! —siempre con su amable sonrisa en el rostro, le acercó la bandeja y tomó asiento al borde de la cama para hacerle compañía
— Gracias Patts, ayer fue un día muuuy agotador, creo que mi batería se descargó por completo, no podía abrir los ojos, aun me cuesta —hizo una mueca agrandando los ojos
— Tu cuerpo se acomoda al bebé, necesitas más reposo, ya no puedes andar como loca de un lado a otro, debes tomar las cosas con calma hasta sentirte mejor, una vez que tu cabeza y tu estado físico estén en paz verás que recobras tu vitalidad
— No puedo esperar, me siento a punto de hibernar, como un oso quiero dormir hasta que el invierno acabe
— Disfruta del descanso, las criaturitas vienen con batería infinita y si llega con la mezcla perfecta será madrugador como el señor Nicholas, y súper activo como su mamá
— ¡Ay no me digas eso!
— Tranquila, yo te voy a ayudar, además, estoy segura que Nicholas, hará todo para mantenerte feliz
— ¿Y crees que eso incluya limpiar culitos cagados? —ríe ante la idea de su niño rico haciendo arcadas mientras intenta cambiar un pañal
— Estoy absolutamente segura que lo cubrirá todo y personalmente, me ha pedido que contrate un cocinero para que me haga cargo de ti y supervise el mantenimiento de la casa
— Mi odioso, creo que la nube negra que flotaba sobre él ya está desapareciendo
— Estoy de acuerdo —suspira nostálgica
— Oye ¿Qué fue eso?
— Es tan idéntico a su abuelo, claro que él si supo reconocer sus errores y te esperó, te recuperó y cambió
— Oh..., Nic, nunca habla de su abuelo, solo sé la historia referente a la Compañía..., le dolió mucho su muerte y quería hacerlo sentir orgullo a cualquier costo, ya vez lo que sucedió con el proyecto del hotel y el problema de los socios
— Trabajé varios años para el señor Jonathan, así conocí a Nicholas y cuando falleció me trajo aquí a tiempo completo.
— Ya no es un amargado
— No, encontró su propósito en la vida y quiere experimentar todas las sensaciones y experiencias contigo, ten paciencia y recuerda que todo es nuevo para él.
— Gracias por todo y no te vayas nunca Patts, si necesitas algo pídelo, vacaciones será lo primero en mi lista, sin mí..., tía, me siento perdida, trato de resolverlo, de darme ánimos pero... —se detuvo sintiendo un nudo en su garganta—. No quiero arruinarlo..., ella, con una mirada sabía lo que necesitaba y yo espero poder hacer eso mismo por el bebé
— ¡Ay mi Dani!

Sí SeñorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora