Dónde el amor se debe plasmar en papel y letra pulcra.
Y se debe callar bajo la máscara de la amistad.
¿Por cuánto tiempo se podrá mantener el silencio de aquel amor naciente hacia su amigo de infancia y actual capitán del equipo de voleibol?
* .:｡✧...
El último día de aquellas vacaciones de verano, justo antes de que yo entrara a mi segundo año de preparatoria, se me hicieron algo extrañas.
Más bien, mis sentimientos se sentía extraños, fue en el momento que ví a Shinsu sonreír.
Los rayos del sol de verano lo hacían ver bien, su cabello plata, sedoso y perfecto resplandecía, y en ese momento dio aquella sonrisa, la cual hizo que mi corazón latiera un poco más rápido, preocupándome.
Me impresionaba que, después de muchísimo tiempo me percatara, o mejor dicho, que prestara atención de algunos detalles de él. De cómo las puntas oscuras de su cabello le daba un aire más atractivo, o de su manera calmada de caminar junto a su respiración que iba al compás, de sus pocos gestos, los que aprendí desde pequeña a identificar a qué sentimiento correspondía.
Lo conozco desde que tengo memoria, nuestros padres son amigos, prácticamente crecí con él, solo tenemos un año de diferencia, pero aun así me trata como si fuese más pequeña que él, lo cual jamás me molestó.
"¿Prometes que siempre seremos amigos?" Fue lo que le había preguntado a Shinsuke cuando el se graduó de la escuela medía, me encontraba llorando porque no lo vería hasta que yo entrara a la misma preparatoria que él.
"Lo prometo Yuriko-san." Fue lo que él me contestó de vuelta, tan sereno como siempre, dejando en claro que nada cambiaría, que siempre estaría ahí para mí.
¿En qué momento fue que mis sentimientos fueron reemplazados por algo llamado amor?
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Shinsuke siempre fue una persona amable, pero que a veces su actitud tan serena y directa aterraba, más a las personas que no acostumbraban a aquellos actos de calma y sinceridad arrolladora, como lo había sido cuando entró al equipo de voleibol en su primer año.
Pero aun así, con esas actitudes que él tenía, me sentía cómoda con su presencia, hasta estos momentos, dónde lo veía fuera de la entrada de la preparatoria, esperándome como siempre.
Mi segundo año y el tercer y último año de él comenzaba.
Su mano levantada hacia mí persona, sus ojos castaños que expresaban más que mil palabras y una sonrisa pequeña, eran los mismos gestos de siempre, nada a cambiado en él.
Solo cambió mi percepción del chico delante de mi, y mis sentimientos hacia el capitán del equipo.
-Te ves bien el día de hoy. -El comentario que me brindó caló fuertemente en mi pecho, se sintió cálido y cómodo.
-Gracias Shinsu. -Fue lo único que pude decir, los nervios me jugaban un poco en contra, pero no quería que él se diese cuenta.
No quiero que por sentimentalismo que va más allá de una amistad nos separe, puede que él no sienta lo mismo y yo podría quedar como una tarada.
