Neuf.

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POV Yuriko.

Un aroma muy particular llegó a mis fosas nasales, seguido de una pequeña pero delicada presión en mis caderas, como si se aferrara a la vida se hacían presentes, pero me hacía sentir increíblemente cómoda y calentita.

Como estar abrazando una nube suave y tibia.

Apreté un poco más mi agarre a lo que fuera la fuente de calor externa que tenía aprisionado en mis brazos, era un lugar desconocido, como si fuera pequeño, pero al ir subiendo con algo de calma mis manos por la extensión de aquella fuente de calor que mencioné, sentía algunas partes blandas y duras, al igual que se iba ampliando a medida que avanzaba más allá.

Intentando de adaptar mis ojos a la luz natural que entraba por las persianas de color crema de mi habitación, pude percatarme mejor de lo que estaba haciendo entre sueños.

Abrazaba algo.

Mejor dicho, a alguien.

Y no pude evitar que mis mejillas adquirieran un bonito pero caluroso color carmín.

La suavidad ante mi tacto era la estrecha cintura y trabajada espalda de Shinsu, ya que inconscientemente había metido mis manos para buscar calor por debajo de su polera de pijama. Él solo descansaba tranquilo, calmado, sus ojos eran ocultos por sus parpados, con aquellos abanicos encrespados preciosos de color gris, los cuales con un solo aleteo, podría brindarme la brisa de cada mañana.

Lo cual deseo que se cumpla en algún momento.

Intenté por todos los medios el no moverme con brusquedad, ya que siendo honesta, me sentía relajada con el calor ajeno, y para que él pudiese seguir durmiendo algunos minutos extras, era viernes y Shinsu me había mencionado que hoy en la tarde faltaría a la práctica.

Solo porque yo me encontraba sola.

Solo porque temía que me pasara algo.

Solo porque me estaba protegiendo de mi imaginación y pesadillas.

"Tranquila, avisaré a Aran antes de salir de clases, aunque después tendré que pagar esas horas extras , pero no pienso dejarte sola después de lo de tu pesadilla" fue lo que me había dicho, estando yo entre el mundo de la lucidez y el mundo de los sueños.

Y al evitar cualquier movimiento que pusiera en peligro la calidez del cuerpo contrario, no quería romper el contacto, hacía un poco de frio, pero era una excusa para no alejarme.

No aún.

Curiosa levanté lo mínimo las sabanas, dándome cuenta de que los brazos masculinos se encontraban enroscados en mi cintura, y el mero contacto de piel con piel me abrumaba demasiado.

-Eres tan lindo, en serio. -Susurré lo más bajito que pude.

Pero no esperaba que el de cabello plata me escuchara, muchísimo menos que tuviese una respuesta.

-También eres linda cuando despiertas Yuriko-san. -Comentó de la manera más serena existente y con una pequeña sonrisa de boca cerrada plasmada en su rostro.

Juro que un día de estos me voy a morir, y no por un accidente.

Sino que por las palabras que salen de aquella boca que ansiaba probar alguna vez.

Pero, siendo honesta.

Si es él, podría morir y volver, siempre y cuando pueda reencarnar en el mismo mundo que se encuentre Kita Shinsuke.

Querido Shinsuke (Kita Shinsuke x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora