Dónde el amor se debe plasmar en papel y letra pulcra.
Y se debe callar bajo la máscara de la amistad.
¿Por cuánto tiempo se podrá mantener el silencio de aquel amor naciente hacia su amigo de infancia y actual capitán del equipo de voleibol?
* .:｡✧...
Creo que no debí mirarlo así, fue algo inevitable, ver su rostro tan perfecto hacer muecas que pasaban desde la impresión al sonrojo, y que luego llegara a pasar a cubrir con algo de torpeza sus mejillas ruborizadas, fue algo totalmente tierno y hermoso.
- ¿Pasó algo Yuriko-san? -Me preguntó mirándome directamente, sus pupilas se encontraban considerablemente dilatadas, y simplemente no pude sostenerle la mirada.
Me puedo perder totalmente en ellos.
Amarlos como si de algo único se tratara.
Y podría sentir sin problemas como mi corazón deja de latir al tenerlo así de cerca.
-No, claro que no tranquilo, es que -mi nerviosismo iba en crecimiento- tienes una pestaña en tu ojo izquierdo.
Él solo sonrió, y sentí que me moría en aquella sonrisa que solo muestra en su soledad, o a mi persona.
"Si no me muero por algo, de seguro será por tu sonrisa que brindas en extrañas ocasiones como ahora" fue lo que pensé.
-Muchas gracias por darme aviso de aquello. -Dijo con total calma dirigiendo su mano hacia el lugar donde la inexistente pestaña debía encontrarse.
-Tranquilo, puedo ayudarte Shinsu. -Dije de manera rápida, para evitar que se de cuenta que le estaba mintiendo.
Dirigí mi mano hacia su rostro, suave y tersa, blanquecina como papel, y con cuidado pasé mi pulgar por el párpado del castaño ojo de Shinsu.
Y lo sentí tensarse bajo mi tacto.
Y no pude evitar mis actos.
Simplemente acerqué mi rostro a una distancia considerable del contrario, sintiendome un poco abrumada por todos los sentimientos que se acoplaban en mi corazón.
Sus largas y rizadas pestañas como bellos abanicos se veían tranquilas sin ser batidas aún, empezaba a perder la razón de a poco, mi pulgar jamás abandonó su posición, quería seguir sintiendo su piel y calor, hasta que un simple pensamiento surcó mi mente.
"Quiero besarte"
Con suma suavidad, me alejé, con muchísima vergüenza de lo pensado y sin ganas de mirarlo, haciendo que mi alma se quebrara un poco.
El nuevamente abrió sus ojos, y con una sonrisa de boca cerrada dejó en el aire un agradable "gracias", a lo cual tuve que fingir una sonrisa bastante pequeña, mis sentimientos duelen en estos momentos.
No creo poder decirle que la chica de las cartas soy yo.
Por un solo sentimiento.
Miedo. Miedo de perderle.
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