Querido Shinsuke (Kita Shinsuke x OC)

Vingt et un.

(Canción recomendada para este fragmento: In This Shirt - The Irrepressibles.)

POV Yuriko.

Marzo llegaba, y con ello también llegaba de manera presurosa la graduación de los de tercer año, Aran, Ōmimi, Akagi y Shinsu, separando mi camino una vez más del peli plata.

Las brechas de la edad no eran la gran cosa, pero si lograba afectar a nuestro estado anímico, más que nada era por la separación de todo un año, volver a reducir nuestros rituales, un "Hola y adiós" fuera de nuestros hogares, solo vernos en las tardes y al despertar en la mañana.

Lejanía.

Distancia.

Como un ciclo sin fin.

La ceremonia era totalmente agradable y a la vez melancólico, ver a Azami-obaasan derramar algunas lágrimas por los logros de su nieto, ver la sonrisa afable de Shinsu al recibir su diploma, el caminar armónico por el escenario y sus ojos al conectarse con los míos.

Pude presenciar todas las emociones que lo envolvían

Pero el mismo sentimiento que no queríamos sentir se presentaban en los iris castaños del muchacho.

La tristeza.

Mientras él volvía a su puesto correspondiente, entre pequeños abrazos y uno que otro apretón de manos por parte de los que fueron los compañeros de equipo de voleibol, pude observar uno de los actos más bellos del universo, uno que tal vez, no podría olvidar jamás.

Kita Shinsuke besó aquel anillo de plata que envolvía su dedo anular, envolviendo así mi corazón en sentimientos que van mucho más allá del amor y cariño.

- ¿Qué me ocultas Yuri-chan? -me preguntó curiosa, con una ceja arqueada- siempre tú y Kita-senpai evitan que alguno vea sus manos.

Volví a ocultar mis manos con recelo, ni siquiera a Aiko le he contado lo que sucedió en navidad con el chico de ojos castaños, solo Azami-obaasan tenia conocimiento de aquel bello compromiso bajo la nevada de diciembre y fuegos artificiales en el cielo.

-No es nada Aiko -sonreí nerviosa- te lo contaré pronto, lo prometo.

Por inercia volví a voltear mi rostro, para toparme con Akagi que posaba su mirada en mi y en Shinsu, mientras que sus muecas pasaban por diferentes fases, haciéndome reír inconscientemente.

Aran por otro lado, no salía de su asombro, el rostro estoico de Ōmimi mantenía una sonrisa formada en su rostro, acontecimiento más o menos extraño para la persona que no comparta demasiado con aquel chico de cabello negro azulado.

Mi celular vibró en el bolsillo de mi blazer, una llamada o tal vez un mensaje, con sumo cuidado de que ninguna autoridad de la preparatoria me regañara por aquella imprudencia observé con precaución la pantalla parpadeante.

"Babe, 2 mensajes recibidos".

Tenía intenciones de guardar el aparato una vez más, pero la curiosidad podía muchísimo más contra la parte racional.

Babe.💗

"No fui discreto, Akagi se percató de aquel beso a nuestro anillo, ahora ya no sé qué hacer, pregunta tras pregunta llegan a mí, es momento ya de contarlo, amor".

Una sonrisa apenada se alojó en mis labios.

Pero el segundo mensaje sustituyó con demasía aquella mueca, por unas lágrimas intrusas que surcaban mis mejillas, casi invisibles.