Dónde el amor se debe plasmar en papel y letra pulcra.
Y se debe callar bajo la máscara de la amistad.
¿Por cuánto tiempo se podrá mantener el silencio de aquel amor naciente hacia su amigo de infancia y actual capitán del equipo de voleibol?
* .:｡✧...
(Lovely de Billie Eilish fue inspiración para escribir este capítulo.)
POV Yuriko
Pude dejar la carta en su casillero, intenté de plasmar un cuarto de lo que estoy sintiendo por él, pero no contaba con que alguien si podría descubrirme.
Estaba segura de que no había nadie alrededor, ya que pedí permiso para ir al baño, y aproveché de hacer ésto, pero incluso con aquello fallé.
Una presencia masculina me asustó.
- ¿Qué haces? Ese no es tu casillero Yuriko. -La inconfundible voz llena de despreocupación de Osamu me sobresaltó.
Sentí cómo mi súper plan se iba en picada, y los nervios del momento ya estaba entrando en mi sistema, pero no me esperaba que él, dijera algo así.
-Tranquila, no diré nada, pero cuéntame, ¿Por qué estás dejando una carta en el casillero de Kita-senpai?
Osamu, a veces es demasiado despistado o realmente se hace el estúpido, no lo sé, pero me cae bien, es simpático.
-No es algo que deba hablar contigo, ya que es privado.
El peligris soltó una pequeña risa, y después empezó a despeinar mi cabello, cosa que hace de vez en cuando conmigo, no me molesta siendo honesta ya que es relajante.
-Deberías aprender a ser menos obvia, hoy te vi en los pasillos durante los recesos, te quedas mirando a Kita-senpai por demasiado tiempo, y no solo yo lo noté.
Creo que, en este momento, mi vida está en peligro, y moriré, y no quiero morir con tan sólo 17 años, soy muy joven.
-Tranquila, vuelvo a decirlo, por mí Kita-senpai ni sé enterará y menos por parte de Suna. -Sonrió ladino, y de alguna forma, sentí confianza.
Pero lo que le siguió a aquello, hizo que unas ganas de golpearlo fueran gigantescas.
-Mi silencio tiene precio, y ese precio es comida y lo sabes, por un mes quiero tu almuerzo, obviamente no todo para no dejarte sin comer, pero la mitad, ¿Qué te parece?
Retiro lo dicho, Osamu no es para nada simpático y no me cae bien.
-Trato hecho.
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Tuve que salir como una cobarde de la preparatoria, haciendo que Aiko se viera incluida también en mi escape, ella fue la que me incentivó a hacer las cartas, así que ahora se tendrá que aguantar que la arrastre a veces.
Es un trato justo.
Llegando a mi hogar casi sin oxígeno en nuestros pulmones, ambas entramos, sacando nuestros calzados de exterior para colocarnos unas pantuflas calentitas fuimos a la cocina, para buscar algo de beber.
