Quinze.

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POV Kita.

Me apenaba dejar a Yuriko sola y abandonar el calor de aquella cama que fue testigo de muchas cosas que hicimos a lo largo de la noche, pero como es sábado, tengo entrenamiento durante la mañana, y mi cuerpo duele con demasía.

"Yes Daddy"

"Sugar"

"Sweetie"

Cada palabra que salió de esos labios que tanto me encantan y de los míos, provocaron que sintiera el calor llegar de lleno a mis mejillas, muchísimo más al ver su menudo y desnudo cuerpo mientras me levantaba de la cama.

Su rostro se veía pacífico, calmado y sereno, pero sentí la necesidad de arroparla y no dejarla así, con bastante calma y cuidado coloqué uno de mis brazos en su espalda, mientras que con mi mano libre le cubría el torso con una de mis poleras de entrenamiento, pasando lentamente mis dedos por sus brazos y costados.

La electricidad que sentía era increíble.

Pero no quería llegar tarde al entrenamiento.

Dejé a Yuriko-san una vez más arropada entre las cálidas sabanas y cojines, al terminar de colocarme ropa interior limpia y los pantalones de chándal, me dirigí al baño para hacer mis necesidades y lo demás.

Hasta que por inercia me reviso la espalda y mis ojos se abrieron en par, algo aterrorizados, marcas rojas demasiado notorias se veían pintadas en aquel lugar, mi cuello y mi pecho estaba igual, pero con los chupetones que la castaña me había hecho.

-Esto es malo -Susurré para mi mismo, seguía algo anonadado, cada marca fue colocada estratégicamente- Yuriko pareciera que lo hizo con un poco de intención.

Al volver del baño un poco más calmado, vi que Yuriko-san seguía durmiendo, sonreí inconscientemente y comencé a prepararme con lo restante que me faltaba, la polera que tuve cuidado en colocarla, ya que me duele un poco el cuerpo, pero en especial la espalda, la chamarra y mi bolso.

Antes de salir de la habitación, deposité un tierno beso en los labios cereza de Yuriko-san, sin olvidar susurrarle lo mucho que la amaba.

Cada vez más, siento mi corazón cálido, creciendo en cada minuto.

Ha sido una de las mejores noches que he tenido.

Pero todo es porque Yuriko-san está en mi vida.

Bajando las escaleras me dirigí a lleno a preparar desayuno para dos, obviamente las porciones de la fémina las dejaré bien cubiertas o en el refrigerador.

Una sopa miso, un platillo de arroz, tamagoyaki, tofu y unas verduras salteadas, creo que podría acostumbrarme a esto, hacer comida extra, no solo para mi abuela y para mí, sería gratificante hacer el desayuno, almuerzo y cena para tres.

Dejando todo listo, servido y prácticamente envuelto para la chica que duerme plácidamente en su cama, tomé mi desayuno y limpié lo utilizado para poder irme sin problemas a entrenar.

Caminando por las calles no pude evitar el pensar como cambiarme sin ser bombardeado en preguntas o suposiciones, aunque tenga el cierre de la chamarra hasta el cuello para que no se noten los chupetones, tendré que ser sigiloso.

"Buenos días, Yuriko, capaz cuando leas el mensaje ya no estaré en casa, dejé el desayuno preparado en una bandeja, caliéntala con cuidado, no quiero que te lastimes, hoy quiero salir contigo, ya que tengo algo que decirte, el entrenamiento termina a las 12:00pm, hablaré con el entrenador para que te deje entrar, te quiero mucho" teclee con algo de prisa, ya que estaba por llegar a la entrada del establecimiento.

Querido Shinsuke (Kita Shinsuke x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora