Dónde el amor se debe plasmar en papel y letra pulcra.
Y se debe callar bajo la máscara de la amistad.
¿Por cuánto tiempo se podrá mantener el silencio de aquel amor naciente hacia su amigo de infancia y actual capitán del equipo de voleibol?
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(Escena con smut leve al igual que alto fetiche que se mandara el bebu Kita, si no te gusta este tipo de contenido, no leas el capítulo, y es un capítulo especial, ya que será contado desde ambas perspectivas, en fin prosigamos.)
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(Canción recomendada para este fragmento: #icanteven (ft. French Montana) – The Neighbourhood.)
POV Yuriko.
Los besos iban subiendo en intensidad, dulce y fogoso, húmedo y tierno a la vez, no logro entender el cómo puede incluso ser perfecto haciendo esto, el besarme con deseo mal cubierta en el manto de la calma, por inercia abracé su cintura con mis piernas, para tenerlo más cerca y el sostenía mi mentón.
Siento como mi estómago se contrae a las nuevas sensaciones y emociones que sostengo en este momento, tocar por encima de las prendas escolares del contrario me provoca un poco de desespero, conectando así un pensamiento que logró cohibirme.
"Quieres verlo desnudo Yuriko, lo sabes, lo deseas y quieres gritarlo"
El peso que se encontraba encima de mi desapareció de la nada, al igual que los besos y la mano contraria, dejándome desconcertada por un segundo, al abrir mis ojos, tuve la mejor vista de todas, agradecía a cualquier cosa por ser espectadora de semejante deleite.
El rostro de Shinsu se encontraba levemente sonrojado, labios entreabiertos, hinchados y rojos como dulces de frutilla, su flequillo se encontraba con algunas pequeñas gotas de sudor apegada en su frente, dándole aquel aire totalmente sensual.
"Mierda, es jodidamente atractivo" pensé de manera rápida, o lo intenté, ya que mi mente se veía algo nublada por emociones que iban y venían de golpe.
Sus ojos castaños se veían empañados, no sabría decir con exactitud la causa, pero si pude ver con total expectación como su mano se dirigía a su corbata, con movimientos tortuosamente lentos la soltó, al igual que los primeros botones de la prenda, pero en ningún momento dejó de mirarme, y por primera vez en mi vida vi una faceta y gestos totalmente nuevos de aquel rostro perfecto.
Su sonrisa era totalmente seductora, mi respiración se atascó considerablemente y sentí mi garganta seca.
-Tan indefensa -comentó Shinsu sin despegar su mirada- y tan mía que te ves en estos momentos. -Atacó mi cuello esta vez y no pude evitar soltar un gemido agudo, sorprendiendo al contrario.
Una de sus rodillas se encontraba entre mis piernas, presionando con cuidado mi sexo, sentía como mi presión arterial subía a toda prisa, más que nada por el hecho de haber despertado esa personalidad oculta y dormida de Kita Shinsuke.
Creo que desperté algo en él.
Algo que se ocultaba en miles de puertas trabadas.
