- Recuerda no hablar con nadie, solo con la rubia y con la del pelo negro con canas - dice Kill sin apartar la mirada de la carretera.
- No son canas, pero bueno... - veo que susurra algo - Y claro, voy a hablar con quien tu digas - a veces no lo soporto, como en estos casos.
- Pues sí, para eso soy tu hermano mayor - eleva la voz mientras va diciendo las palabras.
- Valeee - paso de empezar una pelea tan temprano.
Estamos en una carretera solitaria rodeada de árboles. Nuestra casa está apartada de la ciudad, adentrada en el bosque, nunca he sabido el por qué.
- Ni con chicos tampoco - dice haciendo que mi vena del enfado aumente.
- Mira Kill, eres un coñazo. ¿Por qué no puedo hablar con la gente que me de la gana? - digo mirándolo y levantando la voz.
- Mira, no voy a empezar una pelea por la mañana, solo haz lo que yo te diga.
- Pues te equivocas, no soy un perro al que se le digas quieto o siéntate. Voy a hacer lo que me de la gana - no aguanto más -. Y un día de estos no me vais a ver por la casa.
De repente da un frenazo y me mira serio.
- Sal - me quedo quieta -. Sal del puto coche.
- ¿En serio? - no me contesta -. Vale, olvídate de mí.
Me quito el cinturón, cojo mi bolso y abro la puerta. Antes de que salga del coche suelta ¿un gruñido? Cierro la puerta y al instante arranca el motor y sigue por su camino.
- Graciassss - digo gritando como si me pudiera escuchar a lo lejos.
La carretera es de piedrecitas y yo con botas de tacón. Miro a todos lados, esperando a que haya al menos un coche, pero nada. Solo hay árboles y carretera.
- Joder - por poco me rompo un pie -. Me las va a pagar este tío.
Como siga andando, antes de que llegue al instituto me que sin pie. Cojo el móvil para llamar a un taxi, pero antes de que lo haga escucho un coche que viene desde la otra dirección.
- Esta es mi oportunidad - digo cerrando un poco los ojos para ver quién era.
Pero todas mis ilusiones se van cuando veo un coche verde. Da la vuelta para ponerse en el carril de mi dirección y abre la ventanilla.
- Kay, lo siento - dice mientras yo ando sin escucharle -. Por favor, sube al coche.
Cuando ve que no estoy por hablar, me para el camino con el coche. Yo lo reodeo y sigo caminado.
- Otra vez, ya casi que me he partido el pie - digo maldiciendo mirándome el pie.
- Kayla, venga sube. Vamos a llegar tarde. Y además te vas a romper un pie - dice señalando gracioso a mis zapatos.
Lo miro. Él me sonrie.
- Primero me dices que me baje y ahora que me suba, ¿en serio?
- Por favor - de repente mira a otro lado y se le queda la cara blanca. Parece un fantasma.
Antes de que me de tiempo a darme la vuelta para mirar también, él se baja del coche y me coge de un gurruño, me mete en el coche y arranca.
- ¿Pero que coño haces? - le digo enfadada.
- Kayla, tenemos problemas con... - antes de acabar me mira extrañado, como dándose cuenta de que no me tendría que haber dicho eso - Digo..., que vamos a tener problemas... con, con el director como lleguemos tarde.
- Y por eso me has cogido así, ¿cómo si me estuvieras secuestrando? - digo cruzándome de brazos.
Se calla. Algo está ocultando.
Seguimos por el camino hasta que empezamos a ver edificios y casas. Ya hemos llegado a la ciudad. Hay niños y niñas con sus padres acompañándolos al colegio. Adolescentes caminando con sus amigos hasta llegar al instituto. Y parejas de la mano caminando hacia sus trabajos.
Aquí la vida es muy tranquila, de vez en cuando hay algún que otro robo, pero de los pequeños.
Hace meses que no pisaba la ciudad, porque estos cavernícolas no me dejaban salir de casa, solo lo hacíamos para ir al aeropuerto y salir de la ciudad durante meses. No sé por qué, pero es como si no quisieran que esté en esta ciudad.
Paramos en un semáforo y Killiam me mira:
- Mira Kay, se que no te gusta que te pongamos límites, pero entiéndelo, es por tu seguridad - le respondo asintiendo una y otra vez.
El semáforo se pone verde y seguimos adelante.
- Algún día de estos nos lo agradecerás - dice en un susurro, como si yo no lo pudiera escuchar.
Claro, agradecer es que no tenga vida social, que no vaya a fiestas como las demás personas, que no tenga más amigas que no sean Sophie e Ives. Que tampoco es que necesite más pero la cuestión no es esa.
Bueno mira que paso. Sigo mirando por la ventana hasta que llegamos a un portón enorme de color gris.
Detrás estaría el instituto. Muchos edificios clasificados por cursos.
- Nombres e identificación- dice una voz a través de una pantallita.
- Killiam White, 24092003 - dice y me mira, esperando mi respuesta.
- Kayla White, 17022005 - digo y me sonríe. Se cree que ya no estoy enfadada.
Pues se equivoca.
- Información correcta y contrastada - vuelve a decir la voz de la pantalla -. Pueden pasar.
Después de un clic, se empiezan a abrir las puertas de lo que sería una cárcel durante las mañanas por más de nueve meses.
-----------------------------
Espero que os guste este capítulo 🤞🤞
Hay información escondida en este capítulo 🔍🔍
Espero que la encontreis ya que conocereis mejor a los personajes 🎭🎭🎬📖📖
BESOSSSS 💋💋💋
ESTÁS LEYENDO
Mis secretos
WerewolfElla, una chica amable y feliz. Su vida, un autentico desastre gracias a él. No le dieron un libro de instrucciones de como afrontar algunas de las situaciones. Un lobo aparece de la nada y ella descubre un secreto del que no puede escapar. Secuestr...