Ella, una chica amable y feliz. Su vida, un autentico desastre gracias a él. No le dieron un libro de instrucciones de como afrontar algunas de las situaciones. Un lobo aparece de la nada y ella descubre un secreto del que no puede escapar.
Secuestr...
Estoy en la cocina desayunando cuando escucho pasos acercarse hacia mí.
Veo una cabellera rubia asomarse por el marco de la puerta. Norah está vestida con el uniforme del nuevo instituto, unos zapatos blancos con plataforma - que la hacen más alta según ella - y una bolsa que le había regalado.
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Aunque vayamos a estar aquí poco tiempo nunca he descuidado la educación de mi hermana.
Vinimos aquí por unas compras de unos terrenos, así que no volveremos por unos meses a casa.
- ¿Qué desayunas? - dice la rubia.
- Pan, ¿quieres? - digo con mi tostada en la mano -. Hay allí.
Señalo un plato y coge una tostada, le unta mantequilla y se empieza a ir.
- Recuerda que no vamos a estar el suficiente tiempo en esta ciudad - digo y ella asiente -. Así que no llames la atención.
- Que sí pesado, ¿sabes que con que me lo digas una vez me queda claro? - cada vez está peor, se ve que la adolescencia no le está sentando bien.
Yo le sonrio, ella igual y se va por la puerta.
Cuando termino de desayunar me voy a mi despacho a mirar algunos documentos pendientes.
Algunos son de cosas triviales, como nuevas transformaciones o nuevos miembros de las familias. Los que yo busco van más allá de ellos. Sigo pasando paginas y veo lo que me interesa.
