Llevabamos tres semanas dentro de la academia despues del paron que tuvimos por la pandemia. Durante el confinamiento lo pase mal, no iba mentir, tenia ataques de ansiedad cada dos por tres por pensar en la incertidumbre en la que toda España estabamos sometidos, el no saber que iba a pasar con mi futuro me mataba, el no saber cuando iba a volver a ver de nuevo a mis compañeros, a Flavio... Pero un día vimos la luz al final del tunel, volvimos a esa academia que tantos buenos momentos nos habia dado, donde habiamos reido, llorado, donde habiamos sentido y donde nos habiamos conocido un poco mas a nosotros mismos.
Esa semana me tocaba una cancion que no era muy sencilla, sobre todo por los agudos, pero bueno, intentaria sacarla para delante por que si de algo estaba segura era de que, nunca me iba a volver a quejar de nada, porque no sabes lo que tienes hasta que algo, en este caso una pandemia mundial te lo arrebata.
Era una de esas noches, en las que Flavio y yo nos encontrabamos a las tantas de la madrugada en las sillas de la terraza, pensando en que mañana nos ibamos a estar muriendo de sueño pero no importaba, en ese momento nos gustaba y era uno de nuestros momentos favoritos dentro de la academia, donde podiamos hablar de lo que quisieramos sin que nos grabasen 1000 camaras, pudiendo darnos los besos que quisieramos y los abrazos que nos apeteciesen.
-¿Estas comodo? -Le pregunte al ver que estabamos los dos en esa silla en la que cabiamos justitos, con una manta que nos tapase, mientras en pasaba una mano por mis hombros y yo le ponia una pierna por encima suya-.
-Que si Samantha, ¿cuantas veces me lo vas a preguntar? -Dijo riendose porque se lo habia preguntado once veces al menos-.
-Te conozco y aunque estuvieses incomodo no lo dirias -Dije riendome y acomodandome mas en la silla y en el-.
-Estoy muy cómodo contigo Samanzi, te lo diria si no -Dijo besandome en la cabeza haciendo que se me ablandase el corazon por su gesto-.
-Vale bebé.
Y nos quedamos sin decir nada, estando uno junto al otro, porque eso era lo bueno entre nosotros, que no hacia falta que dijesemos nada para estar comodos y agusto, porque con el todo era perfecto, el silencio y el ruido, los besos, los abrazos, el sexo y todo lo que hiciesemos juntos.
-¿Te imaginas que nos dormimos y mañana estan mil personas viendo como dormirmos? -Dijo Flavio rompiendo el silencio que habiamos instaurado-.
-Si quieres espectaculo, daremos espectaculo -Dije gesticulando con los brazos y volvi a meterlos debajo de la manta-.
-Que bonita estas asi tranquilita, a ver si no me das la tabarra en toda la semana.
-¡Oye gilipollas! Lo bonito que te habia quedado el principio y como la has cagado al final.
-Pero no te enfades bebi -Dijo cogiendome la cara y plantandome un beso en los labios que me pillo por sorpresa pero que no me iba a negar a seguirle.
Nuestros labios se complementaban a la perfeccion, siguiendo el ritmo perfecto que nosotros le habiamos puesto, ni muy lento ni muy rapido.
-La verdad que siempre estas bonita, tranquilita nerviosa pero me gustas mas de la primera opcion -Dijo cuando nos separamos y choque mi nariz con la suya-.
-Yo solo te he visto tranquilito asi que solo me gustas de esa forma -Dije picandolo-.
-¿Solo de esa forma? ¿Estas segura? En la habitación y en el hotel no decias lo mismo -Dijo y me pillo de imprevisto, no se desde cuando era asi de directo pero oye, que me encantaba.
-Ya es verdad, puede que tambien me gusten otras facetas tuyas -Dije riendome-.
-No quiero irme de aqui, pero tengo ganas de salir y pasar el dia contigo sin que nos graben mil camaras ¿sabeh?
-Que directo estas hoy tu -Dije dandole con mi dedo indice en su mejilla y el hizo un gesto de dolor que obviamente era mentira -Idiota, no te he hecho nada, a lo que iba, que yo tambien tengo ganas de salir y hacer mil cosas contigo.
-Te voy a preguntar una cosa, si quieres responder bien y si no... si no me vas a romper el corazon -Dijo echandose las manos al pecho dramaticamente mientras intentaba aguantarse la risa y yo ponia esa cara tan graciosa segun el-.
-A ver con que me sorprendes, miedo me das.
-La verdad, que no es nada malo, pero alla voy, llevamos muchos meses asi siendo nosotros -Yo sonrei porque ya sabia por donde iban los tiros- Yo estoy muy feliz contigo y creo y espero que tu tambien conmigo -Hizo una pausa y yo asenti, y le di paso a seguir hablando- Creo que es hora, si tu quieres, de que le pongamos un nombre, una fecha a lo que tenemos, si te parece bien, si no podemos esperar -Dijo nervioso-.
-Pero que bebé, te sudan las manos y todo -Dije riendome- Yo creo que es hora de que pongamos un nombre a esto que tenemos -Dije señalandonos- La verdad que llevo dias intentando hablar contigo pero no sabia como hacerlo, asi que agradezco que des tu el paso -Dije sonriendole-.
-¿Entonces?
-Entonces podemos ser lo que tu quieras que seamos.
-¿Estamos juntos entonces?
-Estamos juntos -Dije dandole un beso en los labios-.
-¿Te gusta la fecha de hoy?
-¿1 de junio? Me encanta, principios de mes.
-Pues 1 de junio entonces.
-Y despues de esta conversación tan necesaria y tan intensa me ha entrado sueño, vamos a la cama -Dije levantandome de la silla y cogiendo a Flavio del brazo, pero el tiro de mi y cai encima suya, cara con cara-.
-Samantha.
-¿Si?.
-Te quiero.
Y yo me mori de la ternura en ese momento, es cierto que nos lo habiamos dicho muchas veces pero de broma, y esta vez era de verdad, era de sinceridad y era un "Te quiero" lleno de sentimiento y del amor que nos teniamos.
-Yo a ti te quiero mucho mas -Dije abrazandole y hundiendo mi cara en su hombro mientras el me acariciaba la el pelo y yo le daba besos en el cuello-.