Te cuidaré siempre

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Me había tirado toda la noche sin pegar ojo, Flavio no paraba de toser y de tener escalofríos todo el rato pero no se quejaba ni se despertaba, estuve pendiente de el toda la noche, al día siguiente tenía que hacer unas reuniones que suspendí por quedarme con el. Cuando más o menos había pillado el sueño sonó su despertador.

-Flavio...que te pasa?
Le pregunté acurrucandome con el.

-Me encuentro fatal, me duele mucho la cabeza.

-Cariño te has pegado toda la noche tosiendo.

-Te he despertado? Joder lo siento Samantha.

-Ts, no te preocupes, ahora descansa yo voy a prepararte algo calentito.

-Pero tengo que ir a trabajar y tú también.

-No, yo lo he suspendido y tú vas a llamar a la discografica y vas a hacer lo mismo.

Iba a decir algo pero no le dejé porque le calle con un beso.

-A descansar, venga.
Le dije saliendo de la habitación y dirigiendome hacia la cocina en busca de hacerle un café bien caliente para el dolor de garganta y llevarle un paracetamol.

-Ya estoy, tómate esto y luego el paracetamol.
Le dije dejandole el vaso de café encima de la mesita de noche.

Me senté en la cama junto a el.

-Esto es de ayer cuando pusieron el aire acondicionado a tope en el estudio con el frío que hacía en la calle.
Me dijo bebiendo el primer sorbo de café y quemándose un poco los labios.

-Amor ten cuidado esta ardiendo.
Le dije riendo al observar su cara.

-Madre mía tu quieres que me suba la fiebre a 44 grados.

-Que exagerado, anda bebetelo poco a poco.

Estuvimos hablando sobre ir al médico, opción que descartamos rápidamente porque le iban a mandar a casa con lo mismo que estábamos haciendo ahora, por lo que pasamos de ir.

Flavio hizo las reuniones que tenía online pero yo las aplace para el día siguiente, quería hacerlas presenciales y no me pusieron ninguna pega.

A la hora de comer le lleve a el la comida a la cama puesto que estaba mareado debido al dolor de cabeza y la fiebre.

-Fla, venga tienes que comer algo.

-No tengo hambre, de verdad.

-Flavio por favor.

-Eres peor que mi madre eh.

-Hasta que no comas algo no voy a parar, hablando de tu madre, tienes que llamarla que te llamo ayer y no lo cogiste.

-Es que estaba en algo más importante.
Me dijo riéndose recordando el momento tan oportuno en el que había llamado su madre.

-Anda come y calla.
Le dije cogiendo el tenedor y metiéndole un trozo de tortilla de patatas en la boca.
-Ahora tu solo.

-Estas tu para cuidar a muchos niños.
Me dijo riéndose.

Por fin conseguí que comiese algo, no mucho pero comió algo y llamamos a su madre, que la mujer estaría preocupada, pusimos el manos libres.

-Flavio hijo, por fin te localizo, porque no me cogiste el teléfono?.

-Hola a ti tambien mamá, porque estaba haciendo cosas.

-Hola Lolaa, como estas?
Le dije yo.

-Ay Samantha cariño, que alegría escucharte, pues yo bien, trabajando y tu?

One shots. Flamantha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora