Estaba en casa, bastante aburrida, acaba de terminar de hablar con mis amigos del pueblo por videollamada y ahora estaba sola en casa, puesto que Maialen, con la que vivía estaba en casa de Bruno y no volvería hasta por la noche. Tenía la casa sola pero ¿para qué me servia?
Ahora mismo no tenía a nadie en mi vida, hablando de amor claro estaba. Pero tampoco necesitaba a nadie, o eso creía que yo. Con Flavio todo estaba bien, después de lo que pasó en la academia las primeras semanas, el decidió que fuésemos amigos y yo no quería perderlo por lo cual tampoco puse ninguna queja. A mi me gustaba el, eso estaba claro, ¿lo sigue haciendo? Pues no lo se la verdad, creo que no pero nunca se sabe lo que sientes hasta que esas mariposas vuelven a aparecer, ahora estaban dormidas pero, ¿puede ser que aparezcan de un momento a otro?
Me puse a ver alguna serie random en Netflix, por matar el tiempo de alguna forma, a la serie le presté más bien entre cero y nada de atención, estuve más rato mirando las redes sociales que la serie en si. Escribi una historia a mejores amigos poniendo "matando el tiempo" y le di al botón de "publicar". En menos de 5 minutos Flavio me contestó a la historia ¿Pero este chico? En fin.
"Esa serie es malísima Samantha por dios"
Pues si, no se lo iba a negar, no había por donde coger la trama de la serie pero seguía puesta de fondo en el pequeño salón de nuestro apartamento.
"Estoy muy aburrida Flavio, no tengo nada mejor que hacer"
No se en que momento le di al botón de "enviar" pero lo hice dándole a entender que estaba desesperada por salir de ese cautiverio y si era con el pues mejor, y el se tomó mi comentario como una invitación para pedirme salir.
"¿Quieres salir a tomar algo? Yo tampoco estoy haciendo nada interesante y llevamos tiempo sin quedar tu y yo"
Boom, ahí estaba la respuesta que más temía pero que más deseaba a la vez, pero espera... ¿Samantha? No se que me estaba pasando, es mi mejor amigo no tiene nada de malo salir con tu mejor amigo a tomar algo un domingo por la noche ¿no?.
"Me parece bien, ¿me recoges en 30 minutos?"
Y le di a enviar para ponerme a preparme, cuando estaba casi lista me llego una notificación, pero esta vez de WhatsApp, de Flavio, en la que me avisaba que en diez minutos estaba en mi puerta.
Me mire al espejo y me gustaba bastante como iba, no iba muy arreglada pero tampoco muy informal. Llevaba un vestido negro ajustado con unas deportivas, una bufanda y una chaqueta de cuero pues estábamos en pleno febrero y hacía bastante frío. El pelo lo llevaba planchado totalmente y me había maquillado muy sutilmente, no me gustaba nada maquillarme en exceso, un poquito de corrector, rímel y lista.
Me mire una última vez al espejo, cogí el bolso, algo de dinero y las llaves y cerré la puerta detrás de mi para dirigirme a bajar por las escaleras. Cuando baje ya estaba el en la puerta, tan puntual como siempre este chico.
-Pero bueno Samanzi que guapa tu ¿no?.
-Anda no digas tonterías.
Me rei y me abalance hacia el para saludarlo con un abrazo que el me siguió aprentandome más fuerte hacia el y dejando un pequeño beso en mi cuello que hizo que se me erizase hasta el último milímetro de piel de mi cuerpo, pero el ni se inmutó y menos mal.-Bueno, ¿donde quieres ir?.
Me dijo al separarse de mi y empezando a caminar.-Pues me da igual, ¿unas cervezas no?
Le dije empezando a caminar junto a el.-Me parece perfecto.
Y emprendimos el camino hasta algún bar que no estuviese lleno, tampoco queríamos que nos viese mucha gente y se dijesen cosas que no eran.