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Una vez dentro de la casa, corre hacía la azabache, toca su rostro, le habla pero no responde, la sacude, ni siquiera eso la hace reaccionar, su rostro que anteriormente desprendía calidez, se encuentra frío al igual que su cuerpo, presiente lo peor, Mikasa estaba pálida, se notaba que había perdido peso, su cabello tenía algunas gotas de sangre fresca, algo llamó particularmente su atención, una mancha de sangre en su entrepierna le hizo ponerse alerta, va tras Petra quien lo mira como si nada pasará.

-¿Que le hiciste? Maldita sea, Petra. Ella jamás te hizo algo

-Te alejo de mí, me robo al amor de mi vida.

-¿Estás loca? Te lo dije desde hace años, no eres nada para mí, mi hijo murió por tu culpa, no me alejo de ti porque nunca te pertenecí.

-Cállate, solo estás mintiendo, tu me amas, yo se que me amas, dime que me amas o la mato.

-Jamás en mi vida he golpeado a una mujer, pero tu ni siquiera lo eres, no tienes ni un poco de humanidad, tu instinto maternal es una mierda, ¿sabes amar, Petra? ¿Porque no amaste a ese bebé que cargaste en tu vientre por nueve largos meses?¿Porque no lo cuidaste?¿porque no lo protegiste?
-pregunta furioso acercándose a ella que tapa sus oídos rápido, hace que retroceda, hasta que queda sin escapatoria-Dime ¿que fue lo que hiciste?

-Ella...ella no puede tener un bebé, soy la única mujer que será la madre de tus hijos, no puede quitarme mi lugar...no me lo quitará.

La miró estupefacto, sintió la furia apoderarse de él, en cuestión de segundos su mano se encontraba propinándole un golpe en el rostro a la pelinaranja que estaba sorprendida por su acción, ese hombre nunca actuó de esa manera. Levi estaba airado, no encontraba que hacer, ni siquiera sabía lo que sucedía con claridad, saco su celular y realizo una llamada.

Erwin y Porco corrían hacía donde él estaba, al entrar en el lugar miraron impactados a la mujer en el suelo, a Petra sentada en una esquina golpeandose el rostro. El cuñado de la azabache, sentía su corazón doler, no lo dudo y se acerco a Mikasa.

-Hey Mika-grita asustado al no obtener respuesta por parte de ella-Por favor, reacciona, Mika te necesitamos, todos aquí, abre tus ojos, levántate, te lo ruego, Pieck está embarazada, tendrás un sobrino, por favor...te lo imploro, Mikasa

Toma el cuerpo de la azabache para abrazarlo, llora desconsoladamente, besa su frente, sigue rogándole que despierte, tus hijos te necesitan, tu hermana, Levi, yo...por favor. Levi lo detiene, Porco se levanta furioso se acerca a Petra y la sostiene con fuerza del cabello arrastrándola hasta la mujer.

-¡Quítale esas cadenas, ahora!-ordena molesto, ella obedece entre lágrimas.

-Solo quiero que me quieras de nuevo
-habla la mujer pelinaranja mirando al azabache que ni siquiera le dirige la mirada.

Al estar liberado el cuerpo de Mikasa, Levi la carga entre sus brazos, camina sin mirar atrás, solo tiene sus ojos clavados en la mujer que ahora se encuentra inconsciente, acaricia ese rostro que hace unos meses se encontraba brillante, lleno de vida, se reprocha a si mismo llegar a la vida de la azabache, quizás esto no hubiera pasado...él nuevamente tenía la culpa. Se odiaba, derramaba algunas lágrimas, llega al auto, la sube en el asiento trasero, antes de cerrar la puerta deposita un beso en su frente.

Observa como Porco furioso con lágrimas en sus ojos arrastra a Petra al auto que no para de gritar el nombre de Levi pero a él poco le importaba.

Sube al auto, sin esperarse un segundo más arranca, conduce rápidamente para llegar al hospital lo más pronto posible, luego de 17 minutos se estaciona, baja de forma veloz, abre la puerta para después cargar a su amada, corre para buscar ayuda, alguien que lo auxilie, por suerte ahí estaba Hange, su fiel amiga, que no dudo en acercarse y dirigirlo hasta una camilla, la deposito delicadamente ahí, la castaña daba órdenes, mucho movimiento que hacía sentir aturdido al azabache pero ni siquiera eso lo alejaba de su amada. Lo separaron de ella, necesitaban revisarla, quitarle todo lo que llevaba encima curar sus heridas y administrarle suero.

𝙈𝙞𝙨 𝙝𝙚𝙧𝙞𝙙𝙖𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora