Tal y como lo prometió, Piper no pudo dejar de pensar ni un solo segundo en Alex, en la forma tan completa en que se había sentido en sus brazos, y en todo el amor que le había transmitido solo con besos o miradas, sin contar sus caricias mágicas que la transportaron a otro mundo lejano que ni siquiera sabía que existía.
Varias veces aprovechó su camino de regreso del supermercado para visitar a Alex y robarle algunos besos antes de volver a casa, y aunque las cosas se volvieron un poco intensas un par de veces, el amor siempre estaba ahí, guiando cada caricia que les hacía vibrar hasta el corazón a ambas.La rubia había estado ocupada todos los días atendiendo algunos deberes en la iglesia, así que no había tenido oportunidad de ir a pasar más que unos minutos con Alex de vez en cuando, así que había estado también pensando mucho a cerca del infierno del que Alex había hablado, y sin duda la idea le resultaba atractiva, tanto que ni siquiera le importaba ya pensar en ella y todos los pecados que podían cometer incluso estando en sus servicios de la iglesia, así que uno de esos días se dijo a sí misma que si Alex era el demonio que decía ser, seguramente se atrevería a hacer cosas bastante pecaminosas mientras Piper tenía que estar atada acomodando algunos archivos de la iglesia para apoyar al pastor que se encontraba bastante ocupado con otras cosas de los feligreses que le consumían el tiempo en ir y venir hacia diferentes sitios haciendo celebraciones al por mayor en todos lados.
Tomó su celular mientras llevaba una de las cajas de folders hacia la bodega trasera de la iglesia, y sosteniendo el teléfono entre su oído y su hombro saludó con emoción.— Hola a la mujer más hermosa del mundo... — Sus mejillas se sonrojaron de inmediato.
— Pero si ella es la que me está llamando. — Alex sonrío dejando a un lado a Nicky que se quejó arrojando su maso de cartas a la mesa y tomando un trago hondo de su cerveza. — ¿A qué debo el honor?
— Estoy haciendo algunas cosas en la iglesia, y pensé que quizás ese demonio que me ha estado encaminando a su infierno podría estar un rato aquí conmigo... — Piper se mordió los labios y el silencio se hizo a través de la línea. — Me gustaría mucho verte y saber si eres capaz incluso de besarme aquí, ¿o es que te da miedo? — Intentó burlarse aunque en el fondo se sentía avergonzada.
— ¿Estás segura de que el demonio soy yo? — dijo Alex poniéndose los pantalones en su habitación.
— Parece que la que arde en llamas todo el tiempo eres tú...— Solo di que te da miedo. — dijo retadora la rubia. — No tiene nada de malo que seas una cobarde...
— Mándame la ubicación y en seguida estaré ahí, justo estoy por salir de mi casa. — Alex se puso su chaqueta y bajó a toda prisa las escaleras.
— Vaya... Me has enseñado también a ser persuasiva. — Piper se río. — Te veo aquí en unos minutos.
Alex tomó su bolso y se encaminó con prisa hacia la terraza donde Nicky estaba enfurruñada con sus audífonos puestos.
Últimamente escuchaba a Alex hablar una y otra vez sobre lo maravillosa que Piper era, y aunque ella no tenía duda de que así fuera, muy en el fondo de su corazón sabía que el asunto probablemente no terminaría bien y Alex terminaría con el corazón en mil pedazos, y por eso mismo es que ya no le hacía nada de emoción el que su mejor amiga estuviera viendo a una mujer casada, y no era como que no estuviera aún para ella 24/7, porque Nicky siempre estaba a disposición de Alex, era simplemente que no quería verla llorar después.
La pelinegra le revolvió el cabello para que le prestara atención y Nicky en un salto tiró su cerveza esparciendo vidrios y líquido sobre el suelo cerca de la piscina.— ¡Jódete, Alex! — Se levantó enfurruñada sacudiéndose la camiseta.
— Calma ricitos, solo quería decirte que voy a salir, pero puedes quedarte aquí si quieres.

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MI ALMA GEMELA
Fanfiction*Esta historia es una ADAPTACIÓN de la PELÍCULA "Elena Undone"* Alex y Piper son dos mujeres que aparentemente no tienen nada en común. Una es escritora de éxito muy conocida por las obras que publica, la otra, se caracteriza por ser la típica espos...