Alex estaba completamente agitada, en ese preciso momento en el que no hay vuelta atrás pero no quieres aún lanzarte de cabeza hacia el espiral formado previamente por el placer.
Su mano acaricio la mejilla y los labios de Piper mientras su cadera no daba tregua con el vaivén rozando su sexo sobre el de su esposa.
Dejó un poco sus deseos actuar y le acarició el cuello casi apretando, pero en un micro momento se arrepintió y dejo caer la mano sobre su hombro encajándole las uñas.
Piper desde luego notó el gesto de omisión y quiso que su esposa se sintiera libre de pecar de la forma que fuera con su cuerpo, así que le tomó la mano y la arrastró hasta posarla sobre su cuello y apretó apoyándose en sus pies para levantar la cadera y chocar con más fuerza hacia el sexo de Alex que de inmediato gimió y le hincó las uñas apretando y soltando lentamente.Sus mentes estaban lejos del plano terrenal, se encontraban justo en ese sitio solo para dos que solían crear desde la primera vez que se habían entregado el alma en la cama, pero en el par de años que habían pasado desde su boda, ambas descubrieron una y mil maneras de hacer que sus cuerpos se expresaran desde el amor y la adoración que sentían por la otra.
La humedad había arruinado la cama desde hacía ya un buen rato, pero sus cuerpos querían más, así que solamente se estaban dejando llevar por la pasión de uno de los recientes despertares sin Noah en la cama.
Alex debía ir a una conferencia en otro estado, por lo que estaría fuera el fin de semana, pero quería dejarle un grato y placentero recuerdo a la rubia para que no dejara de pensar en ella ni un solo segundo.Se inclinó hacia en frente y coló ambas manos entre el colchón y la espalda de Piper apretándola a su cuerpo, mientras sus piernas se envolvían en la cadera de Alex haciéndose de más fuerza con los empujes que la escritora le daba acercándose cada vez más al orgasmo.
Con desesperación buscaron los labios de la otra para ahogar sus gemidos entre besos y jadeos intentando con eso no hacer tanto ruido, pues aunque la única habitación cerca era la del bebé, no querían que fuera a despertar en medio del hermoso caos que habían creado.— Joder... Oh, amor... — el rostro de Alex se enterró en el cuello de la rubia que con las uñas se aferró a su amada escritora por los hombros retorciéndose bajo su cuerpo. — Me voy a correr...
— Hazlo, Al... — le susurró lamiéndole el cuello y tratando de que fuera con calma. — Córrete para mí... En mí... — jadeó casi al borde de la locura. Ella sabía bien que Alex era una mujer se palabras, así que se acercó a su oído y trató de recomponerse un poco para poder hablar ante los empujes inminentes de la pelinegra. — Me encanta la forma en que me haces el amor... La manera en que me calientas... Eres tan sexy que incluso me puedo correr solo mirándote...
— Dime más... — gruñó tratando de resistir.
— Amo cuando te vienes sobre mí... — y solo esas palabras bastaron para arrastrar a Alex al orgasmo que le hizo tensar todo su cuerpo mientras la rubia no dejaba de moverse prolongando cada sensación para ambas, mientras apretaba los pechos de la escritora logrando que su vaivén arritmico fuera todavía más intenso.
Sus ojos se apretaron y mordiéndose los labios le demostró a su rubia todas las estrellas que encendía bajo su piel, y lo mucho que le gustaba derretirse entre sus brazos, y Piper no perdió detalle del orgasmo de su esposa, sus ojos se degustaron observándola hacer gestos y viendo las formas en que su cuerpo se contorsionaba rozándose sobre el suyo.Los últimos empujes fueron más pausados pero mucho más fuertes, y la rubia que los recibió no pudo evitar gritar apretándole el cabello a Alex el cabello y acercándola más a su cuerpo con las piernas enroscadas y muy apretadas a su alrededor.
Hacía tiempo que las cosas eran así, Piper se sentía tan libre que a veces no podía contener el placer que Alex provocaba en ella, simplemente era algo que sucedía y que se sentía tan bien, que a veces se olvidaba de reprimir un poco sus sonidos.
Una pelinegra sudorosa y sonrojada levantó el rostro llenándole de besos el cuello y la barbilla hasta estar frente a sus labios y engancharse también a ellos en un beso dulce y agitado, tratando de calmar su respiración.
ESTÁS LEYENDO
MI ALMA GEMELA
Fanfiction*Esta historia es una ADAPTACIÓN de la PELÍCULA "Elena Undone"* Alex y Piper son dos mujeres que aparentemente no tienen nada en común. Una es escritora de éxito muy conocida por las obras que publica, la otra, se caracteriza por ser la típica espos...