Piper llevaba un poco más de una hora arreglándose, y Jane era la más desesperada pues Alex tenía ya un buen rato en la sala aguardando por ella con su vestido perfectamente plisado y su cabello muy bien peinado.
La niña subió corriendo por las escaleras por quinta ocasión y tocó a la puerta.— ¿Mamá? Aquellos salvajes van a arruinar el vestido de Alex, la han llevado al jardín para que vea su partido de soccer. — Jane abrió despacio y se encontró con el puchero de su madre en el espejo.
— ¿Crees que me veo bien? — la rubia se había esmerado mucho y aunque tenía el maquillaje ya hecho, estaba tratando de no llorar.
Hacía mucho tiempo que ella ni siquiera salía a algún evento importante, y menos siendo la cita para alguien, y aunque Alex le había ayudado a elegir su vestido, no estaba segura del resto.— ¿Bromeas? — Jane le acarició el brazo. — Te ves preciosa. Estoy segura que a Alex le va a encantar salir contigo más de lo que ya le gusta. —
— ¿Lo dices en serio?
— Totalmente. — asintió.
— ¿Puedes decirle a ella que suba? Necesito hablar de algo antes de irnos... — Piper pidió.
— Claro, se lo diré.
Jane bajó corriendo las escaleras para encontrarse con los demás en el patio, y precisamente Jeremy estaba por hacer un tiro a la portería dónde Charlie defendía el arco y Alex lo animaba con entusiasmo.
El niño tiró con todas sus fuerzas y el balón entró a la portería justo al lado izquierdo de Charlie que incluso lo animó aplaudiendo.— ¿Cómo rayos fue que hiciste eso, cerebrito? — Charlie lo levantó en brazos celebrando la anotación y caminando hacia Alex que no quería hundir sus tacones en el césped.
— Bueno, — dijo Jeremy con propiedad. — David Lewis, un matemático británico de la Universidad de Liverpool, analizó miles de penales y llegó a la conclusión de que es posible para los pateadores reducir los fallos al mínimo. Me basé en sus principios para acertar el tiro. — Alex sonrió escuchándolo hablar.
— ¿Estás usando matemáticas para jugar fútbol? — Charlie preguntó con incredulidad.
— Por supuesto, ¿sabías que la carrera anterior al contacto con el balón debe ser de entre cuatro o seis pasos? — el chico solo negó con la cabeza colocando a Jeremy en el suelo junto a Alex. — Esto le permite al futbolista conseguir un impacto con la fuerza ideal que debe estar entre los 80 y los 100 kilómetros por hora. Si va más rápido, sufre la posibilidad de un fallo, porque el tiro pierde precisión. —
— Creo que voy a sugerir que le des clases a mi entrenador. — Charlie se soltó a reír al igual que Alex y Jane que presenciaba la plática, y él, al final y por primera vez en su vida, se había animado a ingresar en el equipo de su escuela.
— Alex, mamá está lista y parece que quiere que des el visto bueno porque te necesita arriba, en la habitación. — dijo Jane por fin.
— Seguro debe verse hermosa. — la pelinegra sonrió teniendo en mente lo que planeaba para esa noche.
— ¿Ya llegó Red? — preguntó.— Aún no, pero está bien si nos quedamos solos un rato, cuidaremos bien a Jeremy. — aseguró Charlie pretendiendo entrar a la casa.
— Aguarden... — Alex titubeó y más aún siendo observada por tres pares de ojos azules en el porche trasero que la pusieron muy nerviosa. Pasó saliva y continuó. — Necesito decirles algo... Yo... Esta noche... Bueno, saben que no vamos a volver a casa hoy, porque quiero... Voy a pedirle matrimonio a Piper. — se le fue la respiración a penas soltó las palabras.
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MI ALMA GEMELA
Fiksi Penggemar*Esta historia es una ADAPTACIÓN de la PELÍCULA "Elena Undone"* Alex y Piper son dos mujeres que aparentemente no tienen nada en común. Una es escritora de éxito muy conocida por las obras que publica, la otra, se caracteriza por ser la típica espos...