MI ALMA GEMELA

CAPÍTULO 23

Alex cocinaba la cena junto a Charlie que prefería ayudar que soportar las conversaciones de Jane y Jeremy que ahora se debatían sobre los libros dentro de los libros de Harry Potter alabando por supuesto la imaginación de la autora, puesto que Jane tenía la colección completa de la saga y los libros alternos que son incluidos dentro de la historia, y le había prestado un par al niño que, para su edad, tenía una lectura bastante fluida.

Habían pasado ya un par de semanas desde que Jeremy había llegado a casa de Alex, y aunque las dificultades habían surgido en menor grado, era un poco complicado para ambos adaptarse a la nueva vida que se estaba abriendo espacio para ellos, sin contar que la escritora había retomado sus textos respecto a la grandeza de las mujeres que había dejado atrás por las fotografías que la rubia le había hecho para ilustrarlo, pero ahora se tomaba varias horas para escribir, sobre todo por la mañana cuando Jeremy iba a la escuela y ya entrada la noche cuando el pequeño dormía.
Había inscrito al niño en un colegio cercano a su vecindario, y cuando él salía de clases, lo recogía y en seguida iban a casa de Piper para comer y al final del día ella misma se encargaba de hacer la cena para todos, la mayoría de las veces con la ayuda de los chicos.
Las cosas con Piper y los chicos iban perfectamente bien, ahora Jane le solicitaba mucha ayuda para sus tareas, y aunque precisamente era la niña quien ayudaba a Jeremy con sus deberes, siempre decía que Alex era la mejor cuando se trataba de explicar.

Sorprendentemente ahora se habían coordinado y acoplado como si llevaran toda la vida siendo una familia, y aunque los casi siete meses de embarazo de la rubia la tenían agotada y durmiendo como un oso, Alex adoraba estar al pendiente de los niños mientras Piper descansaba tranquila.
Había estado pensando todo el día en el próximo evento que tenía en la agenda el siguiente mes, pues había sido nominada para el premio anual de la academia de letras, por su destacado best seller anterior, con excelentes textos y sonoridad, estilo claro, propósitos morales, y poder de influencia en la opinión pública, y precisamente no quería ir sola esta vez.
Cada vez que había recibido un premio por su escritura, solamente había sido acompañada por Nicky, y no precisamente en el papel de mejor amiga, si no como su manager, y de haber podido habría querido llevar a toda su familia, pero en esos eventos no admitían en realidad a un gran número de personas, y por sí solos ellos eran cinco ahora, aunque Piper valía por dos.
Sería una ocasión sumamente especial para Alex tenerla ahí, así que iba a aprovechar al máximo para hacer una de las cosas que tenía en mente.

— No sé si la ensalada está bien así, Alex... — Charlie se acercó a ella con un bowl en las manos sacándola de sus pensamientos.

— Es perfecta, gracias por no poner la vinagreta ahí mismo, a Jeremy no le gusta.

— Lo sé, los hermanos menores son un lío. Jane es alérgica a las nueces, así que tampoco le puse.

— ¿De verdad? Que bueno que me lo dices, no lo olvidaré cuando vaya a cocinar de ahora en adelante para ustedes.

— Sé que abusamos un poco de ti, pero mamá solo quiere dormir. — el chico sonrió. — Es un alivio que estés aquí, Jane siempre terminaba las tareas por la noche, y ahora incluso tiene tiempo de debatir con Jeremy antes de la cena... La verdad éramos un desastre como familia antes de que tú llegaras.

— Gracias. — Alex luchó porque las lágrimas no se le salieran. — Es muy lindo saberlo, pero no lo digas delante de tu padre.

— Él lo sabe, el fin de semana nos preguntó cómo iba todo por aquí, todavía no terminas de gustarle pero sabe que él se dedicó a perder a mamá, y que nunca fue muy dedicado a nosotros... Jamás supo de qué iban nuestras tareas, ni tampoco nos hizo al menos un sándwich... Mamá siempre se encargó de todo, y debo decir que cuando salía contigo siempre dejaba la comida lista solo para calentar.