Profecías Ocultas ✔️

16. Juego de Supervivencia

Después de ese reconfortante sueño, fue como si los días pasaran a toda velocidad y no duraran veinticuatro horas sino unas dos o cuatro a duras penas...

No miento al decir que me pasaron los días volando ya que practicamente, en un abrir y cerrar de ojos, ya se aproximaba la arena. En una semana tendría que luchar contra Kassandra hasta llegar al punto de inconsciencia o agonía.

Ahora que sé que mi veneno no es mortal para ella, pero aún así planeo utilizarlo como medio para hacerla sufrir, para verla retorcerse en el suelo de tanto dolor que le estaré causando, justo como el que ella me causó a mí... Tal vez la frase sea "ojo por ojo", pero creo que yo prefiero "corazón por corazón".

Dejé mis pensamientos para otro momento ya que debía levantarme para entrenar. Eran las ocho y cuarto de la mañana, ya iba tarde y gracias a ello, Alexa iba a cobrárselas caro.

Me levanté y me arreglé de modo que en cinco minutos ya estaba lista y abriendo el portal hacia la dimensión en la que Alexa y yo practicábamos mientras Demetrius buscaba el cuerpo de Derek y respuestas sobre lo que nos había dicho Achlys, a quien no habíamos vuelto a ver desde la conversación en el Prynston.

Al atravesar el portal vi a Alexa con una expresión molesta, de hecho, hasta su pie palmeaba el suelo reafirmando lo que ya sabía. Estaba furiosa porque no había llegado a la hora acordada y sentía que la había dejado plantada.

-Lo siento. Me quedé dormida unos minutos más. -me lanzó un cuchillo al rostro que apenas pude evitar al agacharme.

-Lo siento. Fallé en los cálculos. Debiste detenerlo en vez de esquivarlo. -dijo resentida.

-De acuerdo, me lo merezco, pero nunca había llegado tarde. -me defendí.

-¡¿Eso debe reconfortarme?! ¡Llegaste veinte minutos tarde! -miró un reloj que llevaba en la mano y se corrigió- ¡Veintiún minutos tarde!

-¡Lo siento! ¿Podemos comenzar y dejarlo pasar por hoy?

-Claro. -suspiré aliviada- Podemos dejarlo pasar en cuanto atravieses la nueva pista de obstáculos.

-¿Nueva pista de obstáculos? -en los últimos días habíamos estado practicando en una pista pero no esperaba que creara una nueva tan pronto. Apenas dominaba la anterior.

Alexa no se preocupó en responderme y abrió un portal que a lo poco me dejaba ver una pista de obstáculos de lo más extraña, nada parecida a la anterior. Ella insistió sin perder el tiempo.

-Vamos. -exigió y yo me acerqué a ella hasta atravesar el portal.

En cuanto llegamos al otro lado tuve que agacharme de nuevo porque otro cuchillo salió volando en mi dirección, y seguido de ese, una bola de fuego. Tuve que moverme velozmente para poder esquivar todo. Sin embargo, vi varios destellos a lo lejos que me hicieron comprender que los que me atacaban eran unos cañones que se encontraban al fondo del lugar. Creé un escudo para protegerme de los próximos ataques y me dispuse a crear distintas esferas de acero y fuego que se encargarían de tapar e incinerar los cañones hasta llegar a sus cenizas.

Apenas terminé lo que hacía, me giré con tal de ver a Alexa.

-¿Qué diablos es esto? ¿Acaso intentas descubrir cómo matarme?

-Aún no, pero no es mala idea.

-Sabes que no llegaré a la arena si me matas primero, ¿cierto?

-Entonces asegúrate de permanecer con vida. -me ofreció una sonrisa cínica llena de perversión. Alexa tenía sed de sangre. No por venganza, sino porque extrañaba pelear.