05. En Espera

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Mis lágrimas seguían saliendo de mis ojos sin parar, en este momento no había límite para ellas y yo no estaba en condiciones para establecer uno...

Estaba en shock, aún no podía creer que él estuviera muerto... ¿Acaso fue hace tanto tiempo que llegué aquí? ¿Fue hace tanto tiempo que pasé la noche viendo Friends con mis primos en un sofá? ¿Fue hace tanto tiempo que lo vi cocinando en casa? ¿Hace tanto fue que me enteré de este mundo? No sabía qué responder a mis propias preguntas ya que para mí, parecía como si todo hubiera sucedido ayer...

Observé una vez más su rostro, sus cejas pobladas, sus delicadas pestañas, su nariz puntiaguda, sus labios largos y definidos... sus labios estaban cerrados y sin expresión en vez de tener una hermosa sonrisa que siempre me contagiaba. Tenía una barba de tres días que no acostumbraba a quedarse... su cuello estaba abierto... la sangre aún se derramaba sobre el suelo haciendo un charco sobre el que su cabeza reposaba...

No pude seguir observando más tiempo, era demasiado doloroso, así que con vergüenza y nostalgia, giré mi cabeza hacia el lado contrario. Después de todo, esto no habría pasado si yo nunca hubiera venido a Seattle... no habría pasado si yo no hubiera vuelto a su vida...

-Ya deja de llorar, mocosa. -dijo Kassandra.

Quise hacerlo para no darle el gusto de verme sufrir pero mis ojos no estaban dispuestos a cooperar, por lo que busqué el anillo en mi dedo para colocarme el casco de invisibilidad y así llorar en soledad e intentar averiguar cómo salir de la situación en la que me encontraba. La cuestión es que el anillo no estaba en mi dedo, cosa que me alarmó de inmediato.

-¿Buscas algo, querida? -preguntó Hades ingresando al lugar. Enloquecí por dentro al ver que él tenía el casco en sus manos- ¡Kassandra! ¡te dije que no lo mataras aún! -dijo al ver el cuerpo de Derek en el suelo cubierto de sangre.

-Lo siento, tenía que enseñarle una lección. -soltó sonriente y satisfecha con los brazos cruzados mientras él se acercaba a Derek.

-No lo toques. -exigí con voz ronca y los ojos aún aguados.

-¿Y quién va a impedirlo? ¿Tú? -rió para luego colocar dos dedos sobre su cuello y hacer una ligera presión para tomar su pulso- Bah, ya que importa. Ya es tarde. -le dijo a Kassandra al tiempo que se alejaba.

-No debieron matarlo. -dijo una voz masculina entrando al lugar pero no se acercó lo suficiente como para demostrar su posición, aún así, sabía que se trataba de Logan.

-Te dije que no te metieras. -resopló Hades.

-Te dije que no te haría caso. -escuché un fuerte golpe en el suelo, supuse que se trataba de su caída al llegar al mismo nivel en que nosotros estábamos.

-Bueno, si así lo quieres. -dijo Hades pero Logan se apresuró a hablar.

-Espera. No estoy aquí para luchar contra nadie, quiero ayudar. -se acercó hasta que pude verlo- ¿Crees que ella va a cooperar si le hacen esto? -señaló todo lo que Kassandra me había clavado- No lo hará.

-Ya no interesa. Kassandra mató a su primo, ¿crees que querrá ayudarnos después de eso? ¡es obvio que no! -dijo ya alterado- ¡Solo nos queda obligarla!

-¡Claro que no! -lo contradijo.

-Vuelve a decir una palabra más y prometo que lo vas a lamentar. -dijo Hades con voz ronca y amenazante.

De pronto Logan alzó las manos a modo de rendición y se alejó. Solté una carcajada, ¿tan fácil se rendía?

-¿Qué es lo que te provoca tanta risa? -preguntó Hades con curiosidad.

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