30. Cronos

510 87 58
                                    

Vanessa

Al llegar a mi habitación vi a Logan de pie frente a la ventana. Al sentir mi presencia se dio vuelta.

-¿Lista?

-¿A dónde vamos? ¿dónde demonios está Derek?

-Iremos a un lugar que te gustará mucho y Derek está allá esperándonos. Tranquila, Vanessa, no he venido a hacerte daño.

-Una nunca sabe, Logan. -dije con desconfianza.

-Bien, como quieras. Solo vámonos, ¿quieres? -dijo tras abrir un portal.

Atravesamos dicho portal y llegamos a un lugar realmente hermoso, un lugar lleno de vida. Era un prado claro, el cual era rico en preciosos y altos árboles llenos de flores y hojas verdes, amarillas, rojas, blancas y doradas, era como si no hubiera una estación definida en aquel lugar, a excepción del invierno, no hacía frío ni había hielo por ningún lado.

Habían infinitas variedades de flores y animales como quimeras, minotauros, centauros, ninfas, dragones y unicornios. Aunque si veía más allá dentro del agua, lograba ser testigo de preciosos hipocampos que estaban en la superficie, además de las sirenas con hermosas y brillantes colas. Sin embargo, reconocí a una criatura en cuanto se acercó. Era la cierva de Cerinea, quien se acercaba con precaución y desconfianza, pero a pesar de su cautelosa mirada, se acercó a mi hasta que acaricié su cabeza con suavidad. Por desgracia, en cuanto Logan se acercó a ambas, ella me miró alertada y llena de pánico. No entendía por qué pero solo la dejé ir hacia los arbustos de jazmín, lugar al cual corrió con rapidez.

-Ven. -dijo Logan.

Me llevó al lago más cercano y creó una copa para después verter agua en ella y ofrecérmela.

-¿Para qué es eso?

-Te hará más fuerte. El hechizo requiere fuerza. -suspiré.

-Bien.

Tomé la copa y bebí su contenido.

-¿Ahora qué?

-Es por aquí. -dijo Logan- Sígueme. -asentí.

Me guió hasta llegar a un pequeño lago cuya agua era cristalina y brillaba gracias al reflejo de los rayos de sol en su superficie.

A continuación, Logan hizo que se creara un remolino dentro del pequeño lago, y poco después, éste reveló unas escaleras que aparentemente iban a un piso subterráneo. Las escaleras eran de plata y llegaban hasta donde estábamos nosotros, así que comenzamos a caminar sobre aquella estructura y pronto nos encontrábamos bajando hacia un lugar oscuro, el cual parecía estar muerto a pesar de no ser un ser vivo.

El lugar apestaba a miedo, pánico y dolor, estaba lleno de sufrimiento y lo podía sentir con solo estar ahí parada en medio de nada.

Los gritos de agonía no se detenían, seguían y seguían sin cesar. Sin embargo, pasado un minuto, de repente hubo silencio. No sentí dolor ni muerte a mi alrededor, solo desesperación.

-¿Dónde estamos, Logan? -le pregunté con impaciencia.

-En el lugar donde están mis amigos. Vamos, Derek está por aquí. -siguió caminando más al fondo hasta que llegamos a unas puertas que se encontraban frente a una pared pero al abrirlas, no había más que cemento.

-Hey. -dijo alguien tras de mi.

Inmediatamente me giré y vi a Derek de pie, me lancé a abrazarlo y sonreí con fuerza.

-Te odio. -dije.

-Cállate, no arruines el momento.

-Tranquilo, de eso ya te encargaste tú. -dije riendo.

Profecías Ocultas ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora