29. Ya es Tarde

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-Sé que ambos quieren una explicación. -dijo Perséfone y yo asentí sin decir nada.

-Es lo mínimo que merezco. -dijo Hades cruzado de brazos.

-Entiendo que estén enfadados pero no lo dije por el bien de todos. De haberlo sabido ni siquiera habrías tenido piedad con él. -se dirigió a Hades.

-¿Por el bien de todos o por el tuyo? -pregunté viéndola con descaro- ¿En serio es lo mejor que tienes?

-¿Por qué demonios me hiciste creer que este bastardo era mi hijo cuando ni siquiera se parece a mí en lo más mínimo?

-¡Quería compañía! -dijo desesperada- ¡Tú siempre estabas ocupado con algún ridículo asunto o siéndome infiel! No quería estar sola el resto de mi vida... y aún así es lo que sucedió...

-¿Qué sucede aquí? -preguntó Alecto, una de las Erinias que recién llegaban a mis espaldas.

-¿Qué está pasando? ¿y por qué no fuimos invitadas al pleito? -preguntó Tísfone con una gran sonrisa que en estos momentos me sacaba de mis casillas.

-No es un buen momento, chicas... -dijo Perséfone.

-Adelante, diles. -dijo Hades.

-¿Decirnos qué? -preguntó Megera.

-Que no soy su hijo.

-¿Qué? -dijeron las tres Erinias al mismo tiempo.

-No es su hermano. -dijo Perséfone.

-¿Puedo saber por qué rayos no lo supimos antes?

-Tu madre no quiso decírnoslo a ninguno. ¿Increíble cierto?

-¿No me invitan a la fiesta? -preguntó

-¿Acaso decidieron llegar todas al mismo tiempo o qué? -dijo Hades ya molesto a causa de las interrupciones.

-Pues de hecho, Rea está en camino.

-¿Para qué viene ahora?

-Creo que tiene un encargo para ti. -dijo la última en llegar.

-Que se lo dé a Zeus.

-Lástima que ya estoy aquí, debí enviarte una carta. -dijo Rea con la cabeza ladeada.

-Pudo ser mejor. -admitió su hijo- Estoy atendiendo algo, madre, necesito que me des un momento.

-Esto no puede esperar, hijo. Lo siento, muchachos, pero me llevaré a su padre por un segundo.

-No es mi padre así que está bien. -me encogí de hombros y Rea dejó ver su sorpresa.

-¿Demetrius no es tu hijo?

-Acabo de enterarme también, madre.

-¿Perséfone? -Rea se dirigió a ella para que dijera algo.

-Tú entenderás las razones mejor que nadie. -con solo decir eso, Rea pareció entender y se llevó a Hades para hablar con él.

Mientras tanto, las Erinias y Melinoë se miraron entre sí ya que Perséfone me llevó a otro lugar.

-¿Qué quieres? -le pregunté de una vez.

-Debes tener cuidado, hijo. -dijo con los ojos bien abiertos, lo cual me indicó que decía la verdad.

-¿La profecía de Urano, cierto? -asintió.

-¿Cómo sabes...?

-Las Moiras me hablaron de ella.

-Bien, entonces sabes que tu destino es ser el heredero del inframundo.

Profecías Ocultas ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora