(Sydney)
Ya estaba amaneciendo. Mire el sol salir por la ventana. Una vista hermosa, que honestamente, hace años no disfrutaba. Extrañaba esos pequeños placeres de la vida.
Rubén había manejado toda la noche, porque quería llegar a la capital cuanto antes. Este chico era muy perseverante, incluso llegaba al extremo. Pero bueno, ¿se supone que se "hace todo" por el amor, no? Porquerías, no necesito de esto en mi vida. No trae más que problemas.En el asiento del copiloto dormía el compañero de Rubén, el chico de ojos marrones y lentes. Él se había presentado como "Miguel Ángel Rogel", pero insistió muchas veces en que solo lo llamara "Mangel". Rubén también había insistido en numerosas ocasiones en que lo llamara "Rubius". Parecía algo muy... genial, por así decirlo, tener un apodo que usar entre amigos.
Yo no tenía muchos amigos, exactamente... Así que yo solo me quedaba con el nombre que mi madre me había otorgado: Sydney.-Hey, Doblas, ¿No quieres que yo maneje?- pregunte con timidez- Pareces un poco cansado.
-Tranquila, ya casi llegamos.
Fruncí el ceño. ¿"Ya casi llegamos"? ¿A dónde? Para la capital aún faltaban kilómetros, lo que en horas... calculaba que estábamos a 3 horas de la capital. Entonces, ¿Según Rubén, a donde "ya casi llegamos"? A menos que para él, tres horas sean equivalentes a 20 minutos. Digo, está buscando a su ex-novia de la adolescencia, no me extrañaría que estuviese loco.
¿Pero, qué tal si...? Sentí miedo, además de un escalofrió recorrer mi espalda. ¿Qué tal si Mangel y Rubius eran un dúo de secuestradores expertos? ¿Y qué tal si yo solo había caído en su juego? ¡Maldita sea! ¿Desde cuándo soy tan ingenua? Mire a Rubius, por el retrovisor. Tenía una mirada de concentramiento, y al mismo tiempo fruncía el ceño.
Si ambos eran secuestradores... no habría nadie que pudiera rescatarme. No tenía a nadie que le importaba un huevo mi vida. Estaba totalmente sola.
Mi familia era una total mierda, para ser honesta. Mis amigos solo me buscaban para ir al bar a tomar o para que les prestara algunos dólares.
Así que, bueno, en un total y detallado resumen: no tenía a nadie que enserio me amara y se preocupara a mí. Rubén tenía razón, estaba completamente sola y eso me lastimaba... Pero bueno, ¿esto está en mi camino por alguna razón, no?Llegamos a un pequeño pueblo. Uno al que mi madre siempre me traía cuando tenía 10 años. Este lugar me hacía recordar tantas cosas...
La mayoría de los edificios estaban hechos de madera, como pequeñas cabañas rusticas. El hermoso color verde de la vegetación combinaba mucho con este lugar.Pasaron unos 5 minutos, cuando Rubén estaciono el auto frente a una cabaña de dos pisos, bastante bonita y bien arreglada. Daba una buena primera impresión.
-Hemos llegado- el volteo a verme, con una sonrisa.
Le devolví la sonrisa y asentí. Me baje del auto y comencé a estirar mis piernas. Dios, no es bueno estar sentada por tantas horas. Sentía las piernas y el trasero entumecido.
Observe con más detenimiento la cabaña, mientras Rubén levantaba a Mangel. Escuche como ambos soltaban bromas y reían.
La madera era bastante linda, con un color marrón parecido al roble. No sabía cómo describirla, pero me recordaba a un pueblo de leñadores, por alguna razón.Este lugar transmitía seguridad y comodidad. Me colgué la bolsa en el hombro y espere a Rubén.
En mi bolsa cargaba las cosas más importantes y necesarias en todo momento (o al menos, que yo las considero así): mi celular y su cargador, una foto de mi madre frente a su empresa y la tarjeta de débito que me daba acceso al dinero a toda la herencia que mi madre me había dejado. No quedaba nada material, yo lo había vendido todo para olvidarme de los recuerdos. Pero bueno, ahora que estaba en este pueblo, todo eso que quería borrar a mi mente había vuelto a mí, en forma de balazos punzantes.
ESTÁS LEYENDO
•La Búsqueda• {Rubén Doblas}
ФанфикÉsta historia comienza con una búsqueda. Rubén desesperadamente quiere encontrar a su ex-novia, así que recluta a su grupo de amigos. En el camino de su aventura, Rubén conoce a una extraña en un bar. La chica se unirá a la peculiar misión de Rubén...