•La Búsqueda• {Rubén Doblas}

Capitulo #3 (Segunda parte)

(Sydney)

Me acerque a una pareja de edad avanzada. Siempre suelen ser carnada fácil. Tal vez porque la mayoría de los ancianos son un poco inocentes o tienen el corazón muy blando.

-Hola... Hola, lamento quitarles su valioso tiempo- les sonreí, pero trato de hacer voz de chica miserable- Em, hola, yo... acabo de perderme y no tengo dinero para un autobús de vuelta a casa... ¿podrían ayudarme?

Trate de poner cara de perrito callejero, para darles lastima. Me sentía un poco patética, pero bueno, enserio quería ayudar a los chicos.
La pareja me dedico una dulce sonrisa y la anciana me dio un billete y varias monedas.
Mientras que la pareja de ancianos se alejaba, yo camine a los chicos y les enseñe el billete, con bastante orgullo. Vaya, para ser mi primer intento no estaba nada mal.
Solía usar este truco cuando mama me dejaba esperaba en el parque, mientras ella terminaba cosas de su empresa. Recuerdo que me aburría esperar y pedía dinero para comprar golosinas. Mi mama nunca supo de eso.

-¡Hostia, eso estuvo flipante!- dijo Rubén- ¡Eres la hostia, Sydney!

Le sonreí a Rubén con demasiada emoción y sentí que mis mejillas se ruborizaban un poco. Baje la mirada. Joder, ¿Qué pasaba conmigo?
Bueno, tenía que concentrarme en esto de conseguir dinero. Aunque teníamos toda la mañana. O eso pensaba yo...

-Bien, tenemos 5 dólares, pero no es suficiente- dijo Mangel y guardo el dinero en su bolsa.

Vaya, ahora Mangel era el contador... Le quedaba bien su puesto. Willy y Vegetta asintieron, al parecer les emocionaba mucho de hacer de vagabundos por ahí.
Me reí por lo bajo gracias a mi tonta broma.

-Bien, les diré que tiene que hacer- comencé a explicar.

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Ya eran las dos de la tarde. Estaba muy agotada. Mis pies no podían dar más pasos. Entre todos habíamos recolectado unos $350 dólares, más o menos. No estaba tan mal. O al menos, yo me conformaba con eso. Digo, para ser nuestra primera mañana, estaba bien.

Me sentía bastante orgullosa, porque yo había recolectado al menos, más de la mitad de los $350.

-¿Soy el único que muere de hambre?- pregunto Willy, mientras nos subíamos a la camioneta.

-Bueno, pues gracias a Sydney, ahora si podemos pagar una hamburguesa o algo así- informo Mangel.

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Me tire en la cama. Tal vez era un hotel barato y feo, pero algo es algo. Una cama para dormir, es una cama para dormir. Además, ¿Quién dice que una verdadera aventura tiene lujos?

La habitación solo tenía dos camas, y nosotros somos 5 personas... ¿"Juegos del Hambre" por los lugares en las camas"? Bueno, alguien tendría que dormir o en el piso, o en la camioneta.

A mí me dieron el derecho a dormir en una cama, porque gracias a mí, teníamos tanto dinero. Así que, quedaban tres espacios en las camas, para solo tres personas (un espacio junto a mí y dos espacios en la otra cama). La cosa se solucionaría así: seria como una rifa, todo sería cuestión de suerte. Mangel había escrito los nombres de todos en ellos en papeles y dichos papeles los había cortado, doblado y puesto en un vaso. Luego, él tenía que sacar algún papel, el que fuera. Y si tu nombre estaba escrito en el papel escogido, podías dormir en una cama.

Al final, quedamos acomodados así: Rubén dormiría a mi lado y Willy y Vegetta compartirían la otra cama. Mangel tendría que ir a dormir a la camioneta.

Antes de que Mangel saliera del cuarto, miro a Rubén y le dijo:

-Rubiuh, espero no me engañes con Sydney- parecía serio, pero era una broma.

-Por favor Mangel, tú sabes que solo somos amigos- contesto Rubén, un poco indiferente.

Si, solo éramos amigos... Aunque por alguna razón, me había sentido mal de que él lo hubiera dicho así, como si nada... ¿Qué pasa conmigo?

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Empezamos la mañana pidiendo dinero. Al parecer, esta sería nuestra rutina. Hoy habíamos juntado unos $500 dólares. Y bueno, para ser sincera, los chicos habían mejorado bastante. Podría decirse que cada quien junto $100.

Nos subimos a la camioneta y Rubius manejo hacia un pequeño parque, donde él y su ex–novia solían pasar el tiempo. No imagino a Rubén saliendo con esa chica. En realidad, no imagino a Rubén saliendo con una chica y siendo sentimental o romántico. Era más común de él hacer tonterías y bromear con sus amigos.

El parque era un hermoso campo verdoso, con muchos árboles, juegos infantiles y según Rubius, una fuente en el centro. El color verde de la vegetación me encantaba, era tan bello. Pero no tan bello como los ojos de Rubius, eso no tenía comparación.

Rubén le entrego a cada uno una foto de la ex-novia, para que se nos hiciera mas fácil localizarla entre la multitud. Y ahora que lo pienso, no sé cuál es el nombre de la pelirroja... Tal vez algún día le pregunte a Rubén. Aunque, realmente no me interesa.

Estoy segura que a mí me tocó la foto más espantosa de todas: era un retrato donde salían Rubén y ella, vestidos elegantemente. En la foto solo se les veía de la cintura para arriba. Él iba vestido con un elegante traje, con corbata negra. Ella llevaba puesto un vestido negro, muy ajustado y con un enorme escote. ¿Cuántos años tendría ella en esa foto? ¿18? ¿Fue de sus últimas citas juntos?

Cuando Rubén me lo dio la foto, sentí como si en realidad me diera una indirecta. Su mirada gritaba: "Acéptalo, ella es la mujer a la que amo. No intentes nada."

Siendo sincera, no me esforcé mucho. Observaba las caras de la multitud a medias

Todo iba bastante tranquilo, hasta que vi una cabellera roja, acercarse... 

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Terrocintooooos <3, bueno, quiero empezar esto diciendo, ¡Hola! Y mil gracias, de nuevo... ya, se que es insistente y molesto, no me peguen xd
Bueno, ¿soy la unica que quiere que Sydney golpee a esa pelirroja? OKNO, broma, broma xD :')