Capitulo #16

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Maratón 3/3

(Arianna)

Después de la llamada de Vegetta, no pude dormir mucho. La cabeza me dolía horrible. El alcohol ya no corría por mi sistema y me encargaría de que jamás lo volviera a hacer.

Mire mi reloj. Las 8 de la mañana. ¿Apenas? Me levante de la cama con lentitud. Camine al baño y solté un grito. Me observe con detenimiento en el espejo del baño. Tenía un mechón entero pintado de rosa. No se me veía nada mal, pero... Wow, no esperaba algo como esto.

Tocaron a mi puerta y camine con lentitud a la puerta para abrir. Abrí y vi Kate, Elena y Bárbara.

-¡Elena! Tu cabello esta rizado- dije, con sorpresa.

-Si- ella frunció el ceño- Al parecer, a mi yo ebria se le hizo bien hacerse una permanente.

-Y tú tienes un mechón rosa- Kate lo tomo y lo examino.

Asentí y las deje pasar. Ellas se sentaron en los sillones de mi pequeña sala y soltaron pequeños quejidos. Se sentían igual de terrible como yo.

-Al parecer anoche hicimos muchas locuras- dijo Bárbara, enseñándonos su muñeca.

Tenía un tatuaje. La piel de alrededor estaba roja y parecía irritada. Puse los ojos como platos.

-Y yo...- Kate nos enseñó su oreja. Tenía un bonito arete en el hueso de la oreja llamado tragus.

-¿Alguien recuerda algo?- pregunte.

Todas se encogieron de hombros. Yo solo recordaba andar corriendo por las calles, haber vomitado atrás de unos arbustos y haberle robado un zapato a un indigente.

-Esa fue una idea estúpida- dijo Elena, mirando a Bárbara con enojo.

-No es mi culpa que necesitáramos animarnos- dijo Bárbara a la defensiva.

Me quede en silencio. ¿Debía contarles a mis amigas la llamada de Vegetta? Ya estaba sobria para cuando me llamo. Dios, aun no podía creer que iba a volver. Quería hacerlo sufrir, para que viera como me sentí yo, pero al mismo tiempo solo quería lanzarme a mis brazos.

-Chicas... ¿anoche Sydney nos llamó, o yo lo soñé?- pregunto Kate.

Todas nos encogimos de hombros. Yo no recordaba ninguna llamada de Sydney. Y si ella si había llamado, ¿sería para avisarnos que volvían? Porque Samuel eso me había dicho.

-Fue un sueño- exclamo Elena, con odio- Ellos jamás van a volver.

-En realidad...- comencé.

Todas voltearon a verme, con curiosidad. Kate parecía la más esperanzada de todas.

-Samuel me llamo en la madrugada- dije- Y si, van a volver.

-¿¡QUE?!- grito Bárbara.

Asentí con lentitud. Elena abrió los ojos como platos y Kate me dio un pequeño abrazo.

-¡Llamemos a Sydney!- exclamo Bárbara.

Tomamos el celular de Kate y marcamos al número. Nos dirigió directamente al buzón de voz. Intentamos unas 15 veces más, pero seguía pasando lo mismo.

-¿Se habrá quedado sin batería?- pregunte.

El celular de Elena comenzó a sonar y todas la miramos al instante. Ella miro la pantalla y luego nos la enseño. "Ryan" se leía en la pantalla. Ella contesto, con el ceño fruncido, luego lo puso en altavoz y nos indicó que guardáramos silencio.

-¿Hola?

-¡Elena! ¿Has hablado con Sydney?

-No, ¿Por qué?

-¡Prende la televisión, carajo! Canal 5.

Ryan colgó antes de que Elena pudiera preguntarle otra cosa. Tome el control e hizo lo que Ryan ordeno.

En la pantalla, apareció una reportera joven y de cabello negro. A su alrededor, había un alboroto. Policías, ambulancias, bomberos y reporteros en todos lados.

-Acaba de suceder un terrible accidente a unos cuantos kilómetros de la capital- anuncio ella- Un autobús de turistas y un auto cayeron por el acantilado.

Todas pusimos cara de horror y miedo. ¿Qué tenía esto que ver con Sydney?

-Por ahora, las autoridades hacen todo lo posible por encontrar a los heridos- siguió diciendo la reportera- Puede que estén varados por ahí en el bosque, heridos.

Ella se agacho y enseño una placa de automóvil. Estaba un poco golpeada.

-Acaban de encontrar esto y rastrearla- dijo, agitando la placa, como si fuera un tesoro- Al parecer, el carro registrado en esta placa es una camioneta, y está a nombre de Guillermo Díaz.

Kate soltó un gritito. Sydney estaba viajando en esa camioneta con los chicos, ¿no?

-¡Mierda!- grito Elena.

-¡Tenemos que ir para allá!- grite.

-¿Para qué?- pregunto Elena, molesta- No podemos hacer nada.

-Solo podemos esperar- suspiro Kate- Esperar por buenas noticias.

Estaba segura que todas se sentían como yo: impotentes, tristes y bastante preocupadas.

-Hasta ahora, se han registrado un total de 6 muertes- dijo la reportera- Seguimos esperando por nuevas noticias y hallazgos. 

•La Búsqueda• {Rubén Doblas}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora