•La Búsqueda• {Rubén Doblas}

Capítulo #36

Maratón 2/?

(Sydney)

Rubén había logrado tranquilizarme un poco. Estaba sentada en el sillón, tomando el té que Rubén me había preparado.

-¿Enserio crees que miente?

-Es idéntica a mi padre...- susurré- No sé ni que pensar.

Rubén simplemente me sobó la espalda con lentitud. Me gustaban sus cuidados.

El timbre sonó y Willy corrió a abrir. Kate estaba haciendo el desayuno. Ambos habían anunciado su repentino noviazgo, lo cual era tierno. Como Alex había anunciado el suyo también. Solo nos faltaba Mangel.

-¡Sydney! Alguien te busca.

Intercambié miradas con Rubén, sin entender nada.
Me puse de pie rápidamente y camine a la puerta, para encontrarme con Axel.

-¿Qué quieres?- pregunté, molesta.

-No porque tú y yo tengamos pasado significa que vas a desquitarte con London- atacó, molesto- Eso es caer bajo.

-No me estoy desquitando con nadie, imbécil- dije, molestándome- Tú no conoces a mi padre.

-Lo sé y London tampoco. ¿Por qué no le das la oportunidad? Su maldita vida entera gira alrededor de su familia. Siempre ha querido conocerlos. Y viene acá y tú la tratas como mierda.

-¿Qué quieres que haga? ¿Llevarla con el idiota ese y que se decepcione? Su madre está muerta y su hermana es una desconfiada sin corazón. Creo que no necesita más ilusiones rotas.

-Sydney... por favor. Por lo que más quieras.

-Axel, déjame en paz.

Estuve a punto de cerrar la puerta, pero el grito del chico me detuvo al instante:

-¡No aceptara casarse conmigo sin conocer a su familia biológica antes!

-¿Qué acabas de decir?

-Le pedi matrimonio... dijo que me contestaría después de conocer a sus padres y hermana... Y que luego les pediría la bendición a ellos.

-¿No crees que esto es retorcido?- me crucé de brazos.

Él frunció el ceño, sin entenderme mucho. Rubén se puso a mi lado. Seguramente estaba escuchando todo desde lejos.

-Sydney, sé que tú y yo... no sabía que London era tu hermana. Ni ella misma lo sabía cuándo nos conocimos.

-Uh, que lastima.

-¡Lo siento! ¿Okay? Si quieres que me arrastre en el piso, lo haré. Solo haz feliz a London.

Solté un suspiro y me recargué en la puerta.

~~~~~~~~~~~

Toqué con fuerza. Estaba segura que solo así él escucharía a las visitas querer entrar. Axel no había dejado de agradecerme todo el camino y me mareaba. London también actuaba igual. Me abrazaba una y otra vez.

-¡Mierda, ya!

Él abrió la puerta, borracho como siempre. Me miró primero a mí, con el ceño fruncido.

-¿Qué coño haces aquí, Sydney?

No dije nada, solamente espere que notara las otras visitas. El borracho pasó su mirada a London. Él abrió los ojos como platos y tiró la botella que portaba en la mano.

-¿Quién es ella?- susurró el borracho.

-Edgar, ella es London- le di un tímido abrazo-Tú hija.

-¿Hija?

Edgar estaba atónito. Obviamente notaba que London era básicamente una réplica femenina de él.

-Mamá nunca supo que tuvo cuatas- explicó la rubia.

Edgar se abalanzó sobre London para darle un abrazo, con lágrimas en los ojos. Ella le correspondió con emoción, también lloriqueando. Yo solo puse los ojos en blanco y Rubén me dio un tierno abrazo.

-Oh, Dios, no sabes cómo me siento...- susurró el borracho.

-No sabes cuantas ganas tenia de conocerte- dijo London, abrazándose más fuerte de él.

Me dieron nauseas pero también celos. Mi padre nunca había mostrado cariño hacia mí. No, pero viene ésta rubia y ya es el maldito padre del año.

-Padre, quiero presentarte a Axel- ella señaló al chico- Él es mi novio.

Axel le tendió la mano a Edgar y este último la aceptó con gusto, dándole un apretón torpe.

-Señor, quería pedir su bendición- le dijo Axel- Amo con mi vida a su hija y quisiera casarme con ella.

-¡Claro que tienes mi bendición, hombre! Todo por mi pequeña.

Sentí un dolor en el pecho. London se ganó a mi padre en 5 malditos minutos, mientras yo había pasado mi vida entera esperando su cariño.

Me aleje de Rubén con lágrimas en los ojos, sin decirle nada a nadie.