Capitulo #3 (Primera parte)

1K 62 0
                                    

(Sydney)
Ya era media tarde. Pronto oscureceria. No había rastro de Rubius, y lo que yo imaginaba es que el estaba durmiendo, ya que tanto manejar lo había agotado.
Mangel, Vegetta y Willy seguían jugando. Unos minutos despues, apareció Rubius y se unió a su juego.
Al principio era un poco entretenido verlos jugar y reir, pero bueno, después de muchas horas era obvio que tenia ganas de hacer otras cosas. Digo, era mucho Minecraft en un solo día para mi sistema.

Tocaron a la puerta y los chicos pausaron el juego y se miraron entre ellos. Era claro que no tenian ni idea de quien llamaba a su puerta. Pero bueno, yo si lo sabia. Examine a los chicos y en su semblante se notaba confusión combinado con algo de preocupación.
Yo camine a la puerta como si nada, la abrí y salí al instante, sin darle oportunidad a los chicos de ver quien llamaba. Se que se mueren de curiosidad. Reí internamente con un poco de maldad.
Abrace a mi compañera de piso, Natalia y ella me entrego una maleta grande y una bolsa del tamaño de una almohada. Bien, ya tenia toda mi ropa y pertenencias personales en mis manos. Ya estaba lista.

-¿Y cuanto dura esta búsqueda rara a la que te has sumado?- me pregunto Natalia, frunciendo el ceño.

-No tengo idea.

-¿Y como se te ocurrió tremenda locura? Osea... ¿Ayudar a un extraño? O bueno... Viajar con un extraño al otro lado del país para buscar a alguien...

-Solo fue un impulso... Yo también quisiera saber como me metí en esto- solté un suspiro- Tal vez sea porque esa noche estaba medio borracha...

-Solo ten cuidado- Natalia me abrazo- Tu sabes cuales son tus desiciones, y tendrás que vivir con lo que escojas.

-Gracias.

-Extrañare tu compañia- me abrazo.

Le devolví el abrazo y estuvimos unos 20 minutos hablando. Yo le contaba como eran los chicos. Obviamente resaltando que todos eran increíblemente altos. Y ella me contó un poco de las siguientes fiestas que me perderia.
Hablar con Natalia me ayudo bastante y a la vez me hizo ver que tal vez, al menos tenia una amiga que se preocupaba por mi. Oh, espero estar en lo correcto...

Entre a la cabaña, arrastrando mi maleta y la otra bolsa. Deje todo junto a una lampara y solté un suspiro de cansancio. Dios, esa cosa si que pesaba mucho.
Mire hacia la pequeña sala, y los 4 chicos me miraban atentamente, un poco confundidos.

-¿Por que me miran así?- pregunte.

Rubius se acerco lentamente a mi y observo todo mi equipaje. Parecía que ellos estaban asustados de que cargara una bomba conmigo. Aunque la maleta si era bastante grande...

-¿De donde has sacado eso?- pregunto Rubius.

-Tengo contactos- sonreí y corrí a sentarme junto a Mangel.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Recargue la cabeza en la pared de la ducha. Natalia tenia razón en algún sentido. ¿En que clase del mal rollo me había metido? Sentía que esto estaba correcto, y que aquí debía estar, pero... De todas maneras dudaba.
Otra cosa que me hacia pensar era Rubius. Digo, ¿como logre convencerlo? ¿Como el había accedido a semejante estupidez como esta?
Bueno, no voy a mentir, me encantan las aventuras y simplemente vivir a lo máximo, sin ataduras. Pero me parecía algo muy extremo viajar a la capital y ademas buscar entre TANTA gente a una chica. Una chica que no tenia nada que ver conmigo. Oh, y ademas, que dicha chica seguramente había cambiado mucho físicamente en 2 años y no seria tan fácil para Rubén reconocerla. ¿Que tan loco es esto?
Era como, como... Buscar una aguja en un pajar. ¿Como encontrar el tesoro sin el mapa?
Salí de la ducha y me cambie con rapidez. Eran las 6 de la mañana y Rubén quería irse en cuanto antes. No deseaba retrasarlo. Tampoco quería interferir mucho en esta situación.
Me mire una ultima vez al espejo y sonreí un poco satisfecha.

Los chicos me ayudaron a subir mi maleta, porque obviamente era la mas grande y pesada. Habían cambiado el Toyota naranja por una de esas camionetas familiares donde pueden viajar unas 7 personas. Me gustaba mas la camioneta, era muy grande y se veía mas cómoda para dormir en el camino. Era de color azul marino y al parecer le pertenecía a Willy.
En la camioneta podían viajar las personas acomodadas de esta manera: 2 enfrente, 3 en la parte de en medio y 2 hasta atras. Y luego mas atrás estaba la sección que servia como cajuela.
Mientras ellos seguían acomodando todo y probando el carro, yo hacia sándwiches y unos burritos para el camino. No se sobre ellos, pero yo si sufriría hambre en el cmaino, y un pequeño refrigerio no me haría mal. O bueno, podría llamarse un pequeño almuerzo...

Le di una ultima ojeada a la cabaña, antes de subir a la camioneta. Rubius manejaba, Mangel iba de copiloto, Willy y Vegetta iban en la parte de en medio y yo hasta atrás. ¡Bien, dos asientos para mi sola!
Honestamente, a veces no me molestaba mucho estar sola. Me puse mis audífonos y empece a escuchar música a todo volumen. Recargue la cabeza en la ventana y cerré los ojos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-¡¡LLEGAMOS!!

Despegue la cabeza de la ventana y me talle los ojos. Wow, había dormido todo el camino... Observe la ciudad. Solía vivir aquí con mi madre, antes de que ella muriera. Maldita sea, mas recuerdos punzantes.
Desde los 17 no había estado aqui. En 3 años no había cambiado casi nada. Seguía todo en orden...

-¿Donde empezamos esta búsqueda?- pregunte.

-Primero debemos conseguir algo de dinero- dijo Mangel.

Recordé el dinero de la herencia de mi madre. Yo tenia dinero, suficiente. ¡No, no, no y no! Por esta vez, tenia que ser de verdad muy egoísta. Era lo único que me quedaba para sobrevivir y no podía gastarlo en esto. Ademas, no les tenia tanto cariño a estos chicos como para gastar en ellos...

-¿Y como piensan conseguir dinero?- pregunte, con una sonrisa muy falsa.

-Aun lo estamos analizando- dijo Willy, mirandome.

Observe por la ventana y se me ocurrió una brillante idea. Apenas eran como las 9 de la mañana. Mire mi celular. Si, exactamente las 9:30 am. Estaba muy segura que la playa estaba llena de turistas y de gente, digo, yo vivi aquí por 17 años, obviamente lo conocía todo.

-¿Saben donde esta la playa?- pregunte- Rubius, dirige el auto hacia la playa.

-No hay tiempo para ir a nada, Sydney- dijo Vegetta.

-Confíen en mi- sonreí y les guiñe un ojo.

******************************
¡Bueno, esperen la segunda parte de esta capitulo! Les juro que esta salseante 7u7
Espero les este gustando la novela hasta este punto, los quiero mucho por leer y darme la oportunidad.
¿Y, cual creen que sea la gran idea de Sydney?
Los quiero mucho, terroncitos sensuales, byeee

•La Búsqueda• {Rubén Doblas}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora