•La Búsqueda• {Rubén Doblas}

Capitulo #1

(Sydney)

Me enseñó una fotografía, que a decir verdad, estaba bastante maltratada. Era un retrato de una chica joven, con el cabello pelirrojo (obviamente teñido), sus ojos eran de un bello color azul, como si alguien hubiera cortado un pedazo de cielo para ponérselos a la chica como ojos. Su sonrisa era deslumbrante, de esas que te cautivan al instante, de esas que no puedes dejar de ver.
La chica tenia pinta de ser una súper modelo, o algo por el estilo. Mire al chico que me mostraba la foto. Parecía tener mucha esperanza.

-¿Estás buscando a una celebridad?- dije en tono burlón, para después tomarle un pequeño trago a mi bebida.

Él soltó una risita y negó con la cabeza. Sus mejillas se tiñeron un poco de rojo y parecía algo nervioso. Vaya, este chico sí que es raro. Sus... formas de actuar eran un poco raras para mí.

-No, ella es mi ex-novia.

-¿Estas cazando a tu ex-novia?- abrí bien los ojos- Vaya, hombre, eso es un poco enfermo.

-No soy el típico ex-novio psicópata- aclaro, ahora con una mirada y un tono más serio- Es complicado.

Me reí con burla, no tenía tiempo para estas tonterías. Me tome un momento para examinar al chico que tenía frente a mí. Sus ojos tenían un bonito tono verdoso-marrón, era uno que jamás había visto en mi vida, pero era bonito. Este chico tenia las típicas miradas en las que podías derretirte. Su cabello era de color marrón claro y su peinado le quedaba muy bien. En su oreja izquierda portaba un arete, o expansión. No sabía muy bien cómo llamarle. Y, bueno, ¿Qué hay sobre su sonrisa? Era lo más bello que había visto en el transcurso de la noche. Era tierna, pero incitante a la vez. Era de esas que te mejoraban el día.

Bien, honestamente este chico es bastante atractivo, digo, ¿para qué negarlo? Y digo atractivo, como lo suficiente de poder ligarse a una chica en 10 minutos. ¿Quién no caería a sus pies? Yo, claro, pero... bueno... Volviendo a lo de antes, era bastante extraño que un chico capaz de conseguir a cualquier chica, estuviese buscando a una ex-novia y estuviese clavado en volver con ella. ¡Hombre, hay muchos peces en el agua! Digo, ¿Por qué simplemente no olvidaba a la chica y vivía su vida?

-Hombre, ¿Por qué no la olvidas y simplemente vives con tu vida?- le pregunte, con bastante curiosidad.

El trago saliva, se rasco la nuca y luego jugueteo con los dedos. Su actitud mostraba mucho nerviosismo. Me canse un poco de esperar, así que tome otro trago de mi bebida. Más silencio. Tome otro trago, pero este fue más grande. Sí que necesitaba algo de alcohol en mi sistema.

-Porque... porque la amo.

Solté una fuerte carcajada, y como aun no me tragaba el líquido, termine escupiéndole todo en la cara al chico misterioso. Su rostro quedo empapado de cerveza. Seguí riendo mientras le ayudaba a secarse con las servilletas gratis que ofrecía el bar.

Me limpie la boca con el antebrazo, aun riendo un poco. Aleje mi vaso, para indicarle al mesero que ya había terminado, por ahora.

-¿Y porque te hace tanta gracia?- me pregunto el, parecía un poco ofendido.

Lo mire a los ojos. Vaya, al parecer ahora los chicos son un poco más sentimentales que las chicas. Pero, vamos, ¿No soy la única que se hartó de toda la mierda de salir herida y esas cosas, cierto?

-El amor no existe, eso es todo- conteste, con firmeza.

No me daba vergüenza decir lo que pensaba, porque todo eso me hacia lo que era, todo lo que llevaba dentro era lo que me convertía en mi misma y no podía negarme a mí misma.

-¿Cómo puedes decir eso?

-A ver- solté un suspiro- ¿Cuántos años tienes?

-22...