Capitulo #14

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Maratón 1/¿?

(Sydney)

Rubén estaba muy callado. Muy callado para ser el... Siempre estaba bromeando y riendo, ¿y ahora? Note que se sumía en sus pensamientos con cada cosa que salía de mi boca. ¿Por qué no está feliz? Esto es lo que él quiere... ¿no?  

Su mirada reflejaba todo lo opuesto a la emoción o la felicidad. ¿De qué me perdí? ¿Es que acaso ya no le interesa el tema de la pelirroja?

-Bueno, ¿Qué querías decirme tu?- pregunte.

Abrió los ojos como platos y se puso un poco pálido. Se revolvió un poco el cabello, luego se tronó los dedos. Miro el piso, seguro queriendo evitar mi mirada. ¿Cómo era posible que en este momento me estuviera pareciendo seductor?

-Sydney, yo te quiero...- trago saliva- ¡Te quiero avisar que los chicos están aquí! Si, ¡ESO!

Rubén corrió dentro de la casa, gritando incoherencias. ¿Qué acaba de pasar? Me quede parada frente a la puerta, sin saber qué hacer.

Observe la casa. ¿Acaso aquí vivía Rubius? Era bastante bonita y estaba bien cuidada. Nunca imagine que un chico pudiera mantener su vivienda limpia.

Al cabo de unos minutos, Willy, Mangel, Vegetta y Alex salieron por la puerta, todos sonriendo.

-¡Algodón de azúcar!- Willy me dio un pequeño y tímido abrazo.

-¡Futura esposa de Ryan! ¡Eh, es coña!- gritaron Alex y Mangel al unísono, luego me abrazaron.

-¡Miren, si es la más noob en minecraft!- Vegetta fue el último en abrazarme.

Todos nos quedamos en un silencio incómodo. ¿Qué más se podía decir? El silencio es algo extraño, viniendo de estos chicos, que casi siempre están riendo y bromeando.

-Hey, Sydney, estamos jugando GTA- dijo Willy, iniciando la conversación- ¿Quieres aprender a jugar?

-No tiene mucha ciencia- explico Mangel.

-Tal vez eres más bueno para eso que para Minecraft- Vegetta se encogió de hombros.  

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-¡Joder, tía!

-Pero por Dios, tienes que estar de coña, Sydney.

Mangel me quito el mando y realmente me alegre de que lo hiciera. También era mala para el GTA. Aunque para ser imposible ser malo jugando a eso. Pero bueno, no era mi culpa que confundiera todos los botones.

-Eres una vergüenza para los videojuegos- dijo Alex en tono dramático, luego soltó una carcajada.  

-Hombre, no es para tanto- me levante del sillón.

Camine a la cocina para encontrarme con Rubius. El miraba una fotografía, con mucho detenimiento. Parecía perdido en sus pensamientos. Suponía que la fotografía era de la pelirroja.

-¿Cómo se llama?- camine hacia él.

El levanto la vista rápidamente. Pensé que iba a sonreír, algo típico en él, pero solo me dedico una mirada extraña. Me sentí un poco entrometida.

-No tiene importancia- respondió, seco.

-Ah, claro...

Nos quedamos un momento así: frente a frente, pero ambos mirando al piso. Podía escuchar su respiración. Era irregular. Sus inhalaciones y exhalaciones iban a una velocidad rápida y aceleraban conforme pasaba el tiempo. Era la típica respiración que tienes después de correr un maratón.

•La Búsqueda• {Rubén Doblas}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora