01 ‖ Our Hell [D.M]

‖ 28

Domingo. Podría decir que era un domingo cualquiera de octubre; el aire un poco frio chocaba contras las mejillas, provocando que se sonrojen ante la sensación, la serenidad de los pasillos de la casa mientras diferentes aves volaban sobre ellos, pero lamentablemente, no era así.

Era una mañana de otoño por demás gris y fría; la lluvia amenazaba con golpear todo a su paso junto a unos truenos de gran estruendo y ¿Todo por que? Por que en el pasillo donde todo debía ser paz y armonía, estábamos nosotros, serpientes y leones, peleando una vez mas.

-Respétame traidor.- una enojada Lizzy escupio veneno en sus palabras hacia Ron Weasley.

-¿Como quieres que te respete si andas así de ofrecida?- siseó con enojo el pelirrojo.- No me sorprende que seas pariente de Isabella, ambas son unas zorras.- se escuchó un trueno demasiado fuerte impactar en los terrenos, a causa de mi enojo.

-Ni siquiera te atrevas a hablarles así comadreja.- Draco apareció detrás nuestro y tomo a Ron por su camisa, y le soltó un golpe en la nariz.- No te vuelvas a meter con una serpiente.- se agacho a su altura y le proporciono otro puñetazo en el labio.

-Ya déjalo Malfoy, no lo vale.- dijo Lizzy, ayudándome a quitar a Draco de encima de Ron.

-Un gracias seria lindo princesa.- dijo con su tono arrogante dirigiéndose hacia mi.

-Te lo agradezco Malfoy, pero se cuidarme sola.- le di la espalda y escuche sus insultos por lo bajo.

No aguantaba esto. Mis ganas de llorar aumentaban cada vez mas temprano en el día. Todos los días por las noches, lloraba en mi habitación mirando las estrellas; esto fue mi idea, lo se, pero no puedo mas, estoy rota y me siento sola, demasiado sola.

Camine hasta mi habitación y me dispuse a darme una ducha relajante; con las gotas cayendo por mi cuerpo, comencé a llorar. Estaba tan sumida en mi sollozos agudos que no me escuche cuando la puerta del baño se abrió, luego la de la ducha y unas manos ya conocidas me rodearon.

-No puedo mas Draco, no puedo mas.- solloce en su pecho mientras la lluvia de la ducha golpeaba nuestros desnudos cuerpos. Él solo se limito a abrazarme y acariciar mi cabello mojado.

-Lo se amor, lo se.- dijo susurrando en mi oído.- Solo son unos pocos días mas Isa y podremos vivir en paz.- dijo mirándome a los ojos. Me beso tiernamente y me ayudo a terminar de ducharme.

Salimos del baño y me dispuse a cambiarme. Aun tenia que bajar a almorzar y cenar, aunque no tenia demasiadas ganas. 

Mire hacia la ventana y la tormenta que se desataba estaba en su auge. Draco había terminado de vestirse, de nuevo con sus característicos trajes negros, aparentando de igual manera.

De repente sentí un fuerte dolor en el estomago, como si me apuñalaran mil cuchillos. Tome con mis manos mi vientre y ahogue un grito.

-¿Que sucede amor?- la cara de Draco era de terror al ver la mía con tanto dolor.