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Un nuevo día comenzaba. Seria el primer día de libertad de la chica Spellman; y el que cambiaria su vida, dándole un giro completo sin esperarse.

Se podría decir que uno nunca conoce a fondo a la personas o simplemente no quiere hacerlo. A veces se ve solo una mascara que quieren que veas y luego, es incierto. Muy dentro de ella, aun vivía el recuerdo de quien fue; y anhelaba encontrarlo, buscarlo y sobre todo, entenderlo. 

Podía sentir unos leves rayos de luz entrando por las oscuras cortinas, haciendo que comience a removerme en la cama

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Podía sentir unos leves rayos de luz entrando por las oscuras cortinas, haciendo que comience a removerme en la cama. Sentí un fuerte olor delicioso que se escabullía en mi nariz. Era una fragancia dulce pero fuerte y en cierto modo, quemada. 

Fuegos artificiales.

Comencé a moverme lentamente zafándome del enriado de las sabanas, pero fue imposible dejar atrás el sentimiento que me generaba aquel olor que creía reconocer. Mire el reloj, las siete de la mañana. La diferencia entre el prado y la ciudad, era la lentitud del sol para aparecer en lo alto del cielo. 

-Buenos días.-susurro una figura desde la puerta.- Lamento si te desperté con el ruido.-

-Oh no te disculpes, de hecho ya estaba despierta.- 

-En ese caso, el desayuno esta listo.- sus manos en los bolsillos y la sonrisa de amabilidad terminaron por convencerme. 

[•••]

-Maldición Spellman que delicada eres.- dijo medio molesto y sarcástico.- Ya no son buenos días.- dijo volviendo a la cama.

-Te llame dulcemente pero no despertabas, y si, son buenos días para mi Malfoy. Nada como despertarse y ver como te caes.- reí y camine hacia mi baño, antes que pueda decirme algo mas.

-Ya veras Isabella, las pagaras.- sonrió cínicamente.- nos vemos en el Gran Comedor.- dijo y escuche como cerro la puerta de mi habitación.

Corriendo, aquella yo salía de la habitación en busca del tal Malfoy. Recorrió una escalera de piedra y una sala enorme y oscura, pero elegante. Su rastro se perdía tras una puerta, junto al mío. 

-Si no fuera por que yo también lo hago, diría que te comen con la mirada Spellman.- una voz media ronca y con diversión se escucho a mi lado.

-Que caballeroso eres Weasley.- dije sarcásticamente.

-Ya ves, no me gusta andar con vueltas.- dijo guiñándome un ojo siguiéndome el paso hasta el desayuno.- ¿Qué tal tu primera noche?-

-Bien, estaba algo cansada. ¿Y tu?-

-Bien también.- dijo sin mas, entrando al Gran comedor. 

Aquel chico pelirrojo se dirigió a una mesa diferente a la mía, adelante de todo, junto a otras personas que no portaban uniformes iguales con variaciones de colores. 

01 ‖ Our Hell [D.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora