01 ‖ Our Hell [D.M]

‖ 21

Era la hora de la cena. Cada cual observaba su frente como si fuera algo tan interesante y fantástico, sumidos en sus propios mundos lejos de tener los pies sobre la tierra. 

Necesita esto, la distracción sobre los pensamientos sucios y lujuriosos que llenaban mi mente acerca del chico rubio que comenzaba a introducirse en ella. 

El resto de la cena, se hablaba de una celebración. Una simple mascara donde se daría una muestra a la comunidad que estábamos lejos de desatar una tercer guerra dentro de un mundo sufrido y sin recomponer. 

Los detalles de ultimo minuto mantenían a Narcissa de un lado a otro, mientras sus apuros por la finalización de la cena comenzaban a estresar a cada persona alrededor de la mesa. 

La caída del vestido que adornaba mi cuerpo dejaba un poco a la imaginación humana. Las formalidades implicaban una muestra alterna de las personalidades que cargaban los habitantes de la casa. 

-Alguien no recibirá piedad esta noche.-

-En la mañana necesito los detalles.- respondí.- Oh no, ahórratelos.-  

-Creo que mi hermano le caerá la mandíbula por ti.- Lili sonreía pícaramente. 

-Fred babeara por ti.- le dije a Lili. 

Ella y Fred se mandaban cartas todo el tiempo y se han visto en Hosmade. Se notaba que se querían aunque digan que solo son amigos, al igual que Verónica y Ross.

-¿Lo invitaron?- Liliana estaba nerviosa.

-Claro que si querida Lili.- dijimos al unísono, a lo que ella solo rio nerviosa. 

Bajo las escaleras principales de la casa, la sociedad que buscaba pruebas y testimonios de un nuevo inicio entre familias con pasados oscuros, murmuraban entre si, observando cada uno de los movimientos que sus ojos permitían ver de nosotras. 

-Estan...- empezó Ross.

-Estan...- siguió Draco.

-Wow.- dijeron todos al unísono.

-Sabes lo que te espera, ¿cierto?- 

-No querido, se necesita mas que una advertencia.- 

-Ya veremos Spellman.- dejo un beso sobre el cuello y se retiro. 

La gente, y sus malditas cámaras se encontraban extasiados ante la junta memorable que existía dentro de un solo recinto. Entre comentarios denigrantes y preguntas estúpidas, la noche comenzo a trascurrir lenta y llena de odio. 

Habíamos conseguido unas bebidas Muggles gracias a los gemelos; había Burbon, Vodka, Tequila y Ron. La realidad ya se escapaba de los brazos de cada persona de pie menor a veinte años. 

-Silencio, porfavor.- la voz de Narcissa lleno el recinto.- Agradezco su amabilidad y presencias esta noches. Han obtenido lo que desean, disfruten la velada.-