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¿Cómo se inicia un rumor?

Como si esas palabras fueran la chispa que causaron el comienzo de un incendio. La lengua de las personas es filosa, pero corta aun más cuando hablan de ti. La punta se encaja en tu carne, dejando correr un hilillo de sangre, que conforme pasa el tiempo se vuelve hemorragia, y por si fuera poco, deja efectos colaterales.

Nadie desea ser parte de un chisme, mucho menos cuando eres un chico tan tímido como Harry o cuando eres una de las estrellas deportivas de la escuela.

Cuando llegaron a casa Harry entró con una bota gris, apta para el esguince que se le había hecho en el pie. Los chicos le ayudaron a inventar una situación. Dijeron que había caído desde las escaleras; se torció el pie. Fin, se lo creyeron.

Niall dijo e hizo bromas sobre la manera de caminar del rizado, dijo que era algo como un monstruo, mejor dicho, como Frankenstein.

Aquella noche Louis durmió con él, pues no quería alejarse ni un minuto. Le ayudo a tomar una ducha con sumo cuidado, luego el ojiazul hizo lo mismo. Cuando estuvieron acostados y tapados hasta la barbilla, Louis habló:

—Oye, amor— Harry se volvió para verlo—, ¿qué fue lo que te hicieron exactamente?— su voz mostraba enojo.

—¿Qué?— frunció el entrecejo.

—Harry, ¿qué te hicieron? ¿Qué causo el esguince?— dijo aun más molesto.

—Tranquilo— se apoyó en sus codos, hizo mala cara y luego se sentó.

—Lo siento, dulzura— le sobo la espalda disculpándose.

—No pasa nada, Lou— volvió un poco la cabeza.

—Amor, ¿me puedes decir que fue lo que sucedió?— Harry asintió.

—Mmm, bueno, me empujaron, yo en medio de los dos— se alzó de hombros—. Fue todo, no más golpes, nada, sólo un empujón, pero ya sabes lo torpe que soy...— se rio, Louis lo interrumpió.

—No trates de justificarlos. Me enferma— le dio un golpe al colchón haciendo rebotar los rizos de Harry.

—Y tú— se volvió y le pico el pecho—. Te aprovechaste de que a los otros se les olvido lo de tu mano. ¿Qué pasó?— se cruzó de brazos.

—Ah, vi a Collin y a Mark— Harry alzó la cejas de sorpresa—. Es todo— alzó los hombros.

—No creo que haya sido todo, amor— se volvió, se inclinó y apoyo la barbilla en el pecho del ojiazul.

—En serio, fue todo— sonrió mostrando las arruguitas en la orilla de sus ojos.

—Ay, no me distraigas, Lou— estiró la mano y toco sus ojitos—. Preciosos.

—Ya, Hazz— le dio un pico en el ojo—. Vamos a dormir.

—No quiero dormir— dijo mientras miraba los delgados labios del castaño.

—Yo si— contestó con aquella voz que usaba cada que rechazaba en broma a Harry.

—Yo no— se acercó a los labios tiernos de Louis—. Dame un beso— pidió rozando sus labios al hablar.

—No, ya es tarde, señorito— lo apartó en broma.

—Uno— hizo pucheros.

—No me mires así— rodó los ojos y se quitó la camisa.

—No te la quites, hace frío— lo miró a los ojos.

—Estar contigo es como estar en el sol, no hay frió, siempre eres cálido— sonrió y luego acurrucó a Harry.

Secretos ✨L. S✨LT. ~COMPLETA~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora