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Desnudos.

Harry estaba desnudo en la playa, amanecía, el calor los derretía en la arena. Habían hecho el amor tal y como lo soñaron: despacio, con la luz de la luna en su piel, con el sonido de las olas de fondo, con besos apasionadamente inocentes.

El cabello de Harry estaba lleno de arena, las piernas de Louis irritadas por el constante movimiento. La luz del sol comenzaba a dibujarse en el cielo, primero suave, hasta que poco a poco subió y las nubes se iluminaron.

Haber entregado su cuerpo a su marido en plena oscuridad, con el agua haciendo eco detrás de ellos fue lo mejor que en la vida les pasó, tanto para él como para Louis, que nunca había gozado tanto de no ver a su rizado mientras le hacía el amor.

Lo único que eran capaces de sentir era el golpeteó de sus pieles, sus gemidos, sus besos, sus caricias, sus dedos y su húmedo cabello.

Habían sido precavidos, tenían un par toallas y shorts a lado de ellos, los llevaban por si alguien los encontraba, el lugar era público, lleno de familias, lo que menos querían eran que los arrestaran por incumplimiento a la moral y exhibicionismo.

Harry miró el rostro relajado de Louis, quien dormía boca abajo, acarició su espalda con la punta de sus dedos, acomodó su flequillo, se inclinó y le dio un beso en la sien, los labios del castaño se estiraron en una inocente sonrisa, poco a poco fue despertando.

—Buenos días— dijo estirándose.

El rizado se volvió esperando que nadie estuviera presente, la playa estaba desolada.

—Hola, mi amor— volvió acariciar su cabello.

—Estoy cansadísimo— dijo con una sonrisa traviesa.

—Cínico— se burló.

La piel de Harry tenia varias marcar alrededor de sus muslos, en su cuello y en su pelvis, Louis era amante de dejarlo marcado, era fan de que supieran que sus labios eran los causantes de esas violetas marcas.

—Ten, vístete— le dio un short.

—Pero si no hay nadie, dulzura— se quejó, rodando en la arena.

Harry soltó una carcajada cuando el dorado cuerpo de Louis quedo espolvoreado como una galleta.

—¿Qué?— el castaño llevó sus dos manos hasta detrás de su cabeza—. ¿No te gusto así? Lleno de arena.

—Podría quitarte cada granito— se inclinó y le dio un beso en los labios—. Pero no hay tiempo, anda, vístete.

—Ash...— alzó un poco el labio y rodó los ojos.

Ambos se levantaron y entraron a su habitación. El lugar estaba fresco, dejaron las toallas llenas de arena en el suelo, sacudieron sus pies y comenzaron a moverse por el lugar.

—¿Qué quieres de desayunar?— Louis abrió el refrigerador— Tenemos huevo y jamón... huevo y jamón... ah y huevo y jamón— Harry se rio.

—Lo que sea, amor, se me antoja huevo con jamón— dijo riéndose.

—Perfecto.

El rizado era malo en la cocina, más les valía que no lo dejara acercarse. Hubo una llamada.

—Hola...— dijo cantarín cuando contestó.

Se las había arreglado para tener señal, o al menos para poder comunicarse con su familia.

Hazz— dijo Niall desde la linea.

—Hola— alargó la A.

¿Cómo están? ¿Llegaron con bien? ¿Llevaste tus inhaladores? Gemma me contó a donde iban, ¿llevaste bloqueador?

Secretos ✨L. S✨LT. ~COMPLETA~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora