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Las vacaciones se estaban acabando, necesitaban pasar más tiempo juntos antes de que la escuela los consumiera totalmente.

Harry estaba muy entusiasmado con los preparativos de la boda, Anne y Gemma le ayudaban a ver los tipos de adornos de las mesas, los colores de los vestidos que ellas llevarian y la florecilla que Niall posaría en la solapa de su saco, las flores, la música y la pequeña recepción, los smokings se los dejarían a Harry y a Louis, aunque el castaño insistía en que serian mucho más bonitos si el rizado los escogía, de vez en vez opinaba, no le gustaba mucho hacer cotizaciones y ver los diseños de las invitaciones.

Liam y Zayn ayudaban a Harry a escoger las canciones que deseaba bailar con Louis, aún no se decidía y el tiempo se estaba yendo tan rápido como un parpadeo. Niall y Gemma le ayudaron a escoger un pequeño velo que llevaría con los rizos alborotados y un ramo de rosas blancas, pero entonces llegó la noche en la que tuvieron que dejar todo aquello para poder armar sus horarios y verificar las clases que llevarían en aquel ultimo semestre.

—¡No!— gimió el rubio— ¡De nuevo Eva!— lanzó la hoja que tenía impreso el horario escolar.

—¿Conocen al señor Mayer?— dijo Harry con una mueca en la cara.

—Yo— dijo Liam—. Tengo una clase con él—ambos chicos sonrieron. Por fin una clase juntos, al menos.

—¿Alguien más tiene francés?— Harry le sonrió a Zayn, de nuevo juntos.

Cuando compararon sus horarios se dieron cuanta de que era el semestre en el que más compartían clases, y eso los hacia muy feliz.

—Ash, ¿por qué tengo que estar casi todo el día con Niall?— dijo Liam con una fingida mueca de disgusto.

—No creas que a mi me cae bien aquella noticia— dijo rodando los ojos.

Después se rieron y se abrazaron.

Liam y Zayn se fueron en la noche, volverían en la mañana para pasar el último fin de semana juntos.

—Se acerca tu cumpleaños, dulzura— sonrió mientras acariciaba el puente de su nariz.

—Si— dijo recibiendo la caricia de los suaves dedos de su prometido.

—¿Qué vas a querer?— le dio un beso de esquimal.

—Nada— cerró los ojos.

—Algo debes querer, pero no voy a presionarte, te dejaré pensarlo, hazlo rápido que se acaba el tiempo— se rio, Harry asintió sin más.

Le pesaban los ojos, ya era tarde, asi que le dio un beso en la manzana de Adán y le dio la espalda, Louis lo atrajo hacía él y durmieron, con la puerta cerrada y escondiendo el secreto en aquella morada.

Todo cambio repentinamente.

A la mañana siguiente se levantó con una llamada de su padre.

¡LOUIS!— gruñó en el móvil, alejó el aparato de su oreja.

Harry le lanzó una mirada llena de tristeza y le dijo con la mano que iría al baño.

—¿Qué pasa?— dijo con voz ronca por la modorra.

¡TIENES UNA CASA, ANIMAL!

—Ya sé que tengo una casa, pero nunca te habías molestado porque no vivo ahí— se alzó de hombros.

¡NO! ¡NUNCA ME HABÍA ENOJADO! ¡PERO HACE DEMASIADO TIEMPO QUE NO TE VEMOS! ¡¿DÓNDE MIERDA ESTÁS!?— la voz de su padre le adormecía el tímpano y dejaba que las palabras le hicieran un agujero en el cerebro.

Secretos ✨L. S✨LT. ~COMPLETA~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora