—Te quiero lejos de mi...— dijo Harry viendo los ojos de Louis.
—Escúchame...— suplicó con los ojos llenos de lágrimas.
—He pasado toda mi vida escuchándote, dime algo que no me hayas dicho antes— sintió un arcada.
—Dulzura...— quiso tomarlo de la mano, pero el rizado se refugió en Patrick— ¿De verdad tiene que estar aquí?— dijo viendo al chico.
—Él me pidió que me quedara...— alzó los hombros.
—Harry, por favor... Estaba borracho y había fumado...
—¡Ah, ya encontraste quien te venda tu mierda!—dijo con los ojos cerrados.
Niall también observaba la situación, Shawn cuidaba la puerta.
—Creo que eres suertudo, no puedo odiarte, pero debo odiarme a mi...— se talló los ojos— No puedo amarte más de lo que me amo a mi— sorbió la nariz, sintió la boca amarga—. Tú no me amas, si lo hicieras creo que serias capaz de...— se volvió rápido y su estómago desechó el coraje, la garganta le ardió.
Louis se acercó, su marido lo dejó ayudarlo, pero cuando todo pasó se alejó de él como si sus manos dolieran.
—Quiero que te alejes de mi, tengo muchas cosas en que pensar...— se quitó el anillo de matrimonio— Te he dado todo de mi, en charola de plata, quizás luchar por ello no estaría mal.
—Dulzura, somos esposos...— lo interrumpió.
—Y los esposos no se traicionan como tú me traicionas a mi— sonrió resignado—. Piénsalo— se talló los ojos una vez más—. Sabes que yo no soy celoso, nunca te he pedido que le alejes de alguien, pero si no quieres que esto acabe, aléjate de Sam...
Se enjuago la boca y salió del baño.
Caminó por los pasillos, sabía que en ese momento Fender tenía Gestión en el aula 35, ni Niall ni Patrick pudieron alcanzarlo, su 1.83 le permitía caminar a grandes zancadas. Él no tenía ganas de ir a clases, no podía después de los sucedido. A penas si miró el reloj que estaba colgado al final del pasillo, pudo adivinar que hora era, la clase de ese hijo de puta estaba por terminar.
Con los ojos llorosos llegó, se recargó en la pared esperando a que Sam saliera del aula.
Con la mirada desenfocada pudo ver el cabello rubio oscuro del chico, dejó que saliera con aquella mueca triunfal mientras se acercaba a pasos lentos, el chico no lo vio, Sam siempre creyó que Harry eran tan sencillo, digno de ser ignorado... Lo que en realidad pasaba era que le tenía envidia, sabía que justamente Harry no podía ser ignorado por nadie; tenía una energía que embriagaba, que adoraba y que querían adorar, era todo lo que él no era.
Se acercó sigiloso. Niall y Patrick por fin lo vieron entre todas esas personas que salían aburridas de las aulas, ambos corrieron, serpenteando.
Sam no sintió más que un jalón lleno de violencia, luego un puñetazo en la nariz, alguien lo montó y lo atacó a golpes mientras él trataba de cubrir su cabeza.
—¡Eres un hijo de la gran puta!— dijo azotando sus puños aún en él—. ¡ERES UN HIJO DE PERRA!— sus nudillos se hinchaban, llenos de sangre ajena.
Unas manos lo tomaron de la cintura, era el señor Ruffalo.
—Entren al aula...— Harry bufó, entró primero, con un Sam sangrante detrás de él— ¿Nombres? Ah, eres tú, Fender— tomó su libreta de notas.
—Si, Sam Fender, señor— dijo con la manga de su camisa empapada de sangre que aún escurría.
—¿Usted?
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Secretos ✨L. S✨LT. ~COMPLETA~
Fanfic-De verdad, no entiendo por qué sigues aquí, conmigo- suspiró el ojiazul con pesar. -Porque soy tonto y te amo. -No te merezco- desvió la mirada. -Cierto. No lo mereces- dijo Niall dándoles la espalda.