Secretos ✨L. S✨LT. ~COMPLETA~

28

Que horripilante día.

Louis había amanecido de mal humor después de haber leído un mensaje de Edmund en el teléfono de Harry, la verdad fue un accidente, quiso mirar la hora y ahi estaba el mensaje de ese tipo.

—No quiero incomodarte, pero voy a luchar por ti— le dijo a Niall, que lo miraba un poco divertido.

—¿Te lo tenias que aprender?— se burló.

—No es muy fácil olvidar la mierda que ese cabrón le dijo a mi niño— gruñó.

—¿Te das cuenta de qué él le dijo que no? Ayer fuimos por sus trajes de novio, ni se te ocurra decirle algo— le advirtió con los ojos, un poco enojado.

Harry bajó las escaleras con un beanie de osito.

—¿Me veo ridículo?— preguntó posando en la entrada de la cocina.

—Ridículo es pensar que te ves ridículo— contestó Louis sonriendo.

—Te lo voy a robar— dijo Niall mientras masticaba.

—Tú me lo regalaste— se rio.

—Ah, entonces me pertenece también— Harry asintió.

A pesar de todo, Louis seguía de mal humor, el rizado se sentó a lado de su prometido, quien observó como Harry ignoraba un mensaje, el ojiverde rodó sus orbes.

—¿Por qué esa cara?— dijo Louis en un gruñido.

—Nada, quizás hoy no vaya a la escuela— azoto el móvil, volteando la pantalla a la mesa.

—¡¿Qué?!— Niall se ahogó— ¿Por qué? Harry no puedes dejarme solo hoy, recuerda que nos darán la platica sobre los métodos anticonceptivos en el auditorio, el entrenador dirá que después de tener sexo moriremos— se burló.

Harry se rio. Asintió sin más, claro que no dejaría a Niall solo, no después de que se lo pidiera.

—Ya, entonces te acompañaré.

—Gracias, Hazz— dijo alargando la A.

Harry miró a Louis. Desde la mañana supo que algo iba mal. El castaño no estaba en la cama cuando se despertó, la regadera estaba cerrada, pero supo al ver la toalla que ya se había duchado. Se sentó en la cama confundido, esperó a que Louis entrara, pero escuchó la voz de Niall, por lo que asintió y se preparó para darse una ducha, lo más raro de todo fue saber que Louis se había levantado antes que él.

No espero a que Louis subiera y le diera los buenos días, se vistió, se secó el cabello y bajó las escaleras.

¿Qué lo había hecho enojar? Habían dormido abrazados, incluso hablaron un poco antes de dormir.

—¿No te canso?— dijo en el pecho de Louis.

—No— dijo dubitativo—. ¿Deberías?

—Me refiero a que casi duermo sobre ti— dijo entre risitas.

—Pero yo amanezco atravesado— rio con ganas—. Pronto me deshago de ti— se burló—, me caes mal.

—Ah— se soltó de él y le dio la espalda.

—No, mi amor, es broma— le pico las costillas, Harry se aguantó la risa—. Bien, quizás deba irme a dormir al sofá— se levantó lentamente.

—Ya, eres un dramático— lo jaló de la mano, siguieron con sus arrumacos.

El móvil de Harry vibró en la cama, ambos dejaron pasar aquello y se quedaron dormidos.
Fue en la mañana cuando apenas estaba saliendo el sol que vio aquel mensaje. Se levantó sin importarle que Harry se removiera buscándolo, incluso casi lo miró con coraje.