Secretos ✨L. S✨LT. ~COMPLETA~

14

El tiempo se volvió helado, hacía mucho frío, eso les impidió pasear, había nevado más que nunca.

Hacían pijamadas, Liam y Zayn se quedaban a dormir, la habitación de Harry se convirtió en una pequeña casita.

Louis pasaba demasiado tiempo con él, recompensando el tiempo que no pasaban juntos en la escuela, el padre del castaño creía que se la pasaba de casa en casa, follando con las chicas de la escuela, pero no, estaba en la casa de su prometido.

—Gemma— Harry estaba nervioso, le sudaba las manos.

Louis y los chicos veían desde el balcón, esperando la reacción de la hermana de Harry. Gemma se había dado cuenta del aro que llevaba Harry en el dedo, le lanzó una mirada por el rabillo del ojo y fue por eso por lo que el rizado hizo acopio de su valor para decirle.

—¿Qué pasa?— miró dubitativa a su hermano.

—¿Te gusta mi anillo?

Se escuchó la risa Niall.

—Si, es bonito, lo portas como si fuera de compromiso— dijo directamente.

Harry tosió ahogándose con su saliva.

—Me voy a casar— dijo viendo la plata y moviéndolo de arriba a abajo.

—¡¿QUÉ?!— se puso de pie casi como un resorte— ¿Con quién?— miró por encima del hombro de su hermano.

—¿Cómo qué con quién, Gemma?— dijo con la voz temblorosa.

—¡¿CON LOUIS?!

—Cállate—dio un par de brinquitos nerviosos y le tapó la boca—. Mamá nos vas a escuchar.

Gemma se deshizo de la mano de su hermano y caminó directamente hacía el balcón abriendo la puerta.

—¿Le propusiste matrimonio?

—Adiós— dijeron los tres chicos en unísono y dejaron al castaño solo con la chica.

—Cobardes. Si, le propuse matrimonio— dijo viendo a los ojos verde olivo de Gemma.

—¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Qué esperas de él? ¿Lo amas lo suficiente? ¿Le harás bien?

—Gemma, Gemma...— su hermano salió y se puso en medio de ellos dos.

—¿Lo amas?— susurró amenazante.

—Demasiado— contestó en el mismo tono.

—Ay, chicos por favor— hizo un puchero.

—¿Cómo se te ocurrió? Son demasiado jóvenes—negó con los ojos cerrados.

—Que a ti nadie te haya propuesto matrimonio no es nuestra culpa— dijo Harry en voz baja.

—Ay, Hazz, no me refiero a eso, me da mucho gusto— sonrió—. Pero, hermanito, son muy jóvenes aún— apuntó—. ¿Dónde van a vivir? ¿Van a trabajar? ¿Tendrán una boda?

—Eso lo arreglaremos luego, pero si te da gusto demuéstralo—hizo un puchero más.

—No me hagas esa cara— cruzó los brazos—. Iré a decirle a mamá.

—¿Qué? ¡No!— pero Gemma se fue corriendo—Mierda— Harry fue veloz detrás de ella.

Al bajar su madre estaba desbordada en lágrimas.

—Mi niño se va a casar— dijo antes de posar sus ojos en su hijo.

Harry suspiró con alivio.

—¿Por qué no me lo dijiste?— se secó las lagrimas con el dorso de la mano.