Secretos ✨L. S✨LT. ~COMPLETA~

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Los tres estaban sentados, Niall algo lejos de los Tomlinson, que con nervios estaba a punto de graduarse, una meta más palomeada en la lista. Después de varios años, fiestas, peleas, besos apasionados, notas altas y algunas bajas, Harry cambiándose de carrera, todo salió tan bien.

Por la mente de rizado pasaban los mejores momentos, uno de ellos estaba ambientado en una fiesta de Halloween, cuando Louis le insistió tanto en que se vistiera de conejito sexy mientras él se disfrazaban del fundador de Play Boy.

—Esto es vergonzoso— dijo Harry desde el armario.

—Sal, queremos verte— Niall estaba ansioso, vestido de pirata, igual que Shawn, iban a juego.

Después de algunos meses, o quizás un año, Harry se entero, lo abrazó y le dio una gran palmada en la espalda.

—Ya lo sabía— dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Por qué todos dicen eso?— bajó la mirada y movió los pies con ansiedad.

—¿En serio crees que tus gritos no se escuchaban hasta mi habitación?— sus mejillas se pintaron de rojo.

—Harry, no digas eso, es vergonzoso— hizo una mueca.

Patrick estaba vestido con una botarga de Barnie, Dennis era el dinosaurio amarillo.

—Ay, por favor, Harry, yo me veo como un idiota— dijo Patrick rodando los ojos.

—Yo preferiría tener ese disfraz...

—Ya, dulzura, por favor— Louis estaba tan ansioso, emocionado y con demasiadas ganas de besar a Harry.

—No se vayan a reír, por favor, sé que me veo patético— abrió poco a poco la puerta del armario.

Dennis lo había maquillado, llevaba iluminador blanco en sus pómulos, en el filtrum y un labial de sirena, que resplandecía en tonos verdes, azules y morados, tenía las pestañas bien rizadas y llenas de máscara color azul, era hermoso, con sus mejillas bien sonrojadas por el rubor en polvo.

—No te ves patético— dijo Dennis—, eso es ofender mi trabajo.

—Por el amor de Dios, estoy envejeciendo aquí fuera, dulzura— se levantó, se acomodó la bata roja de gamuza y comenzó a caminar de un lado a otro.

—Además a los ingleses no nos gusta tanto del Halloween.

—¡HARRY, YA SAL!— gritaron todos en unísono.

—¡Ya voy, ya voy!

Salió un poco dubitativo, con unas medias de red blancas y sus Converse, que de blancas no tenían nada, estaba rayoneadas por Louis, con caras con cruces como ojos.

—¡Mierda!— dijeron Patrick y Louis al mismo tiempo.

Dennis se había tomado muy en serio la misión. Buscó un bonito baby doll blanco de encaje, un par de ligueros que se ceñían a sus jugosos muslos, llevaba los rizos bien peinados, con una diadema con orejas de conejo, además de que le había conseguido una peluda colita, pomposa, que con mucho cuidado hicieron que se la pegara a su atuendo. Louis en broma, o algo así, casi le rogó para que se comprara un butt plug, no lo convenció.