Secretos ✨L. S✨LT. ~COMPLETA~

20

Niall conducía, Zayn iba encima de Liam, Louis estaba sentado en cima de su madre y los pequeños iban acurrucados en el asiento del copiloto con Harry. La niña paseaba sus dedos por el cabello del rizado, Ernie dormía plácidamente en el hombro de Harry.

—Si alguno te pesa puedo hacerme con él— dijo la mujer.

—No se preocupe, venimos bastante cómodos.

Los cuatro sabían el infierno que se vivía en la casa del castaño, al ver a Jay con Doris y a Louis con Ernie bajaron inmediatamente, metieron sus cosas a la cajuela, se abrazaron a la mujer, luego se apretujaron en el auto y se dirigieron a la casa de los abuelos de Louis.

—¡Niall, muchas gracias!— la mujer se abrazó al cuerpo del rubio que la veía con los ojos llenos de esperanza.

—Nada de eso, me alegró de esto— volvió abrazarla.

—Hijos, en serio muchas gracias— sus ojos estaba rojos e hinchados.

—De nada, Jay— dijo Liam, acomodándose en el asiento. Zayn le lanzó un beso.

—Harry...— se dirigió al rizado que se estaba adormilando con el calor de los niños.

—¿Si?

—Gracias por amar a mi bebé mayor. Nos contó todo. Dime que no es un patán de olimpiadas y te dio un anillo también— sonrió.

—Louis me lo propuso primero...— le devolvió la sonrisa enseñándole el aro.

—Lo merecen...— Jay miró a los pequeños.

—¡Oh...!— gimió Harry con desencanto.

—Mamá, le conte todo al abuelo, ya tienen todo arreglado. Me iré con Harry— sonrió tímido—. Los niños pueden irse con nosotros hoy, es buena niñera— se burló un poco.

—Parecen muy cercanos...— observó como la mano de Doris se posaba en la nariz de Harry, quien le dio un besito en el la muñeca.

—Cuando no estaban, a veces yo tenía que ir por cosas a casa, Lottie los miró jugar muchas veces, son amigos— observó al rizado que cerró los ojos aún con la manita de su hermana en el rostro.

—Vale...— la mujer sorbió la nariz y se abrazó a su hijo mayor.

—Le he llamado a Lottie, ya sabe que estás aquí— su madre asintió.

—Gracias por haber contestado hoy en la mañana, quizás esto no hubiera pasado nunca— lloró con más ganas.

—Siempre los voy a proteger, son lo más valioso que tengo— correspondió la fuerza del abrazo.

Louis y Niall bajaron una mochila con cosas que Jay se encargó de darle a su hijo. Anne abrió la puerta, Gemma le ayudó al rizado. Las dos mujeres pidieron una explicación.

—Mañana— dijo Harry.

—Anne, lo siento...— su suegra negó.

—No digas nada, mi amor, pasa— Louis se abrazó a ella. Lloró cuando le contó todo.

Harry acostó a los pequeños con ayuda de Niall, les quitaron los zapatatitos y los envolvieron en la colcha.

—Te sienta la paternidad— sonrió.

—¡Ah, gracias!— se sonrojó.

Se cambió de ropa y se acurrucó en su lado de la cama. Doris lo buscó y se pegó a su cuerpo.
Louis subió y lloró con fuerza cuando aquella adorable imagen se pintó en sus pupilas.

—¿Estás cómodo?— Harry asintió.

—Demasiado— volvió a cerrar los ojos—. Ven a dormir, ya.