🔥Capitulo 2🔥

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Pasaron unas semanas de que Flash se encargó de cuidar a la pequeña Mirokia. A pesar de verla al principio con miedo ella no resultó ser tan mala, incluso se preocupaba por lo que le pasara y eso comenzaba a agradarle.

Esa tarde estaban practicando sus quirks juntas cuando la más pequeña hizo un quejido de dolor y sostuvo su brazo por haberse cortado con su ala.

—Ven conmigo —apoyo su mano en su espalda mientras la guiaba hasta la entrada de su refugio, donde fue por unas vendas y la curó.

—Me duele.

—Lo se —acarició su mejilla para tranquilizarla—. Aún estas en práctica, y se que no soy una de tus profesores, lo intentamos.

—Soy muy torpe.

—Solo debes tener más cuidado, pon tus brazos más cerca tuyo cuando vayas a usar tus alas cerca de tu cuerpo asi no te lastimas.

—Trataré de recordarlo.

—No trates, hazlo

Sonrió, aunque esto no duro mucho. Hacia unos días que Flash actuaba raro.

—Como sea, iré a preparar la cena.

*

Mientras comían ninguna de las dos se miraba, había demasiado silencio que incluso la escuchaba la brisa de fuera que era suave.

Flash fue la primera en dejar su plato sobre el suelo mientras se recostaba en la pared.

—Mirokia —la peli violeta levantó la vista—. Te seré sincera, me da mucha curiosidad saber lo que tenías aquí hace unas semanas —señalo su mejilla y vio como esta se tensaba—. No suelo ser directa, pero, te maltrataban, ¿no? Tus padres. Por eso te fuiste.

Para su sorpresa esta asintió.

—¿Quieres hablar de eso? Quizá te haga sentir mejor.

—De acuerdo...

Le contó todo desde el principio desde que se mudó, conoció a sus amigos, como uno de ellos la molestaba cuando su quirk había aparecido mientras el otro sufría por no tener ninguno, como su hermana mayor los abandonó por irse con un chico, y como de ahí empezó una constate pelea de sus padres hacia ella por querer controlarla a su antojo.

—Nunca te lo pregunté pero, ¿que edad tienes?

—Tengo 15.

—Pequeñita, aún eres una niña —dijo sorprendida acariciando.su pelo—. Por dios, si que has sufrido demasiado para tan corta edad.

—Me fui porque mi madre quería obligarme a que me casara con uno de mis compañeros solo porque era rico y de familia importante, en pocas palabras solo era por poder y estatus social.

—Maldita —dijo entre dientes.

—No quiero volver —sus ojos se cristalizaron—. Ellos fueron muy malos conmigo, si vuelvo quien sabe que me harán.

—Hey, pequeña —Flash se acercó a ella y sujeto su hombro—. No te preocupes, estas conmigo. No regreses si no quieres, aquí yo no te golpearé ni maltratare, todo lo contrario. Puedes estar segura conmigo, aunque no de mucha prueba de eso.

—Gracias, Flash.

La abrazó. Esta si tensó por un momento, jamás había recibido un abrazo de nadie. Suspiro y la rodeó con su brazo.

—Solo dime Leiko.

—Gracias, Leiko —se recosto sobre su hombro y esta acarició su cabello, tranquilizandola.

¿Angel o Demonio? [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora