¿Angel o Demonio? [TERMINADA]

🔥Capítulo 18🔥

Al otro día las dos chicas se levantaron y vistieron para salir. Fueron a desayunar y se cruzaron con el azabache, que ya había terminado.

La más grande chocó su hombro con el al pasar y sentarse en una de las sillas. Este resoplo y miró a la otra chica, que solo había bajado la vista.

—Lo siento —murmuró cuando la peli azul estaba distraída hablando con Compress y Kurogiri

—No importa.

—Hey, niña, ¿que creés que haces? —preguntó Leiko apoyándose en su hombro viendo hacia Dabi—. No es necesario que te disculpes con este idiota.

El azabache prefirió no decir nada, aunque tenía muchas ganas, y salió dejandolas solas.

Cuando terminaron salieron y la más grande la cargo para llevarla más rápido al lugar que preparó para entrenar.

—Este es un lindo lugar —comentó la peli violeta al llegar.

—Pensé que te gustaría, siempre estás encerrada y creí que salir a algo más abierto sería bueno para ti.

Esta desplegó sus alas y se elevó en el aire.

Leiko la miró fascinada, la chica le resultaba simplemente increíble con ese nivel de poder que tenía.

-Creo que debería decirle la verdad- pensó.

—Hey, ¿te unes? —grito esta desde las alturas.

—Por supuesto.

(****)

Durante casi dos semanas la híbrida halcón se mantenía entrenando seguido y era normal que al regresar a la base estuviera cansada como para hacer otra cosa que comer, bañarse o dormir.

El azabache tenía que morderse la lengua y mantener las manos en sus bolsillos cuando estaba cerca de ella ya que ni siquiera podia mirarla porque que ciertos ojos violetas lo observaban con odio y lo vigilaban siempre que podían.

—¡Naoki! —grito Tomura desde las habitaciones—. ¡Ven aquí!

—¿Y ahora que mierda le pasa? —dijo esta levantándose.

—¿Terminaras de cenar? —pregunto Kurogiri.

—No creo que tenga tiempo, Tomura me tendrá ocupada toda la noche con alguna de sus cosas de planeamiento —volteo los ojos.

Por alguna razón el oírla decir eso llamó la atención de cierto chico.

—Spinner, te toca lavar los platos entonces —dijo Magne.

Resoplo en modo de protesta y se levantó con los platos ya vacíos de la mesa.

—Tengo sueño —dijo la menor.

Sus ojos se cerraban y su cabeza caía debido al peso que le daba seguir forzando a no dormirse.

—Ve a dormir, Miri. Yo voy en un rato —respondió Toga.

Esta asintió y fue a paso lento a las habitaciones. El azabache aprovechó la distracción de los demás para levantarse detrás de ella y sujetarla de torso y piernas para cargarla como si se tratara de un bebé.

—¿Que haces Touya? —preguntó esta sorprendida mientras rodeaba su cuello con sus brazos para no caerse.

—Hoy dormiras conmigo —respondió.