¿Angel o Demonio? [TERMINADA]

🔥Capítulo 47🔥

Miri regresó al rato a su habitación y se encontró al azabache dormido en su cama abrazando una de sus almohadas peluche.

Sonrió al verlo tan tranquilo y se acercó a el sentándose en su espalda.

—Amor, ¿estas despierto?

—¿Se te pasó el berrinche mocosa?

Esta se acostó sobre su espalda, abrazandolo

—Lo siento, no quería enojarme y dejarte así.

—Esta bien, no importa —tomó su mano que estaba sobre su hombro—. No quiero pelear contigo, pero si te comportaste como una nenita pequeña — sintió como daba golpecitos en su espalda y reconocía ese gesto, no sabía que decir—. ¿Duermes conmigo o te quedaras en mi espalda toda la noche?

Siguió callada pero esta vez se puso a su lado mirándolo.

Dabi acarició su mejilla y esta apoyo su cabeza aún más en su mano.

—Te amo, Touya, y tampoco quiero pelear contigo. Se que puedo ser infantil aveces pero es que de verdad no soporto a ese tipo.

—¿Por que?

—Todos los héroes son farsantes y mentirosos, ¿porque el sería una excepción? Sinó no estaría aquí.

—En eso tienes un punto, ¿pero importa eso ahora?

—A mi si —cerró los ojos—. Entiendelo, no quiero que vuelva a acercarse o practicaré sobre el con mi katana.

Soltó una pequeña risa—Se lo mantendré recordado —la rodeó con sus brazos y beso su frente—. Descansa princesa.

(****)

Semanas después se hayaban todos los integrantes del equipo violeta reunidos en su salón. Como siempre Magma y Kyuuta bromeando, Geten y Dabi en una interminable guerra de miradas y los únicos trabajando eran Miri, Silencio y Kiyoshi.

—Oigan, se me ha ocurrido una idea —dijo Kiyoshi haciendo que la mayoría le preste atención—. Hablé con Esceptico y dijo que en unos días podremos presentar nuevos proyectos para avanzar con el trabajo, ¿usted que opina líder?

—Estaré pensando en algo esta semana, Kiyoshi-kun —dijo aún con la vista en su tableta—. ¿Sugerencias?

—Yo estuve pensando que...

—¡Derritamos a los malditos infiltrados! —grito Magma.

—No, la mejor opción es que los oxidemos hasta la muerte.

—¿Y si mejor no matamos a nadie Kyuuta y solo les damos un castigo? —dijo Miri.

—A mi me gustan las torturas, ¿Están permitidas?

—No, Kikara, nada de torturar a nadie. Todos los infiltrados y los que no cumplan las normas que se les asignaron al unirse al Ejército de Liberación deberán ser reportados y en todo caso castigados, pero ese no es nuestro trabajo.

—Quiero golpearlos tanto como lo hice con tus alitas, Miri-san —dijo Magma con un suspiró haciendo que esta estrelle la pantalla de la laptop al cerrarla sobresaltando a algunos—. O quizá no.

—Deja de decir estupideces o de verdad me enfadaré contigo.

—Es solo una niña, no se a que le temes tanto —susurro Kyuuta.