capitulo 10

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La dirección de Mak cambió, la joven eligió un camino arduo y sembrado de trampas más allá del bosque. El sol atravesaba apenas las espesas hojas de los árboles, que parecían bailar para asustarlas. En numerosas ocasiones, la loba prestó su brazo a la soberana, evitando sus caídas en este terreno escarpado.

Elsa se dejó guiar en silencio, entrecerrando los ojos de vez en cuando para ajustar la vista al lugar oscuro. ¿Adónde la llevaba Mak? Si la reina no hubiera desarrollado una confianza ciega en esta persona, podría haber escapado por el miedo.

Mak, por su parte, miró a su alrededor unas cuantas veces, olfateando el aire, permaneciendo en guardia como siempre.

-"Es aquí."- Susurró la loba, apoyando su mirada en lo que parecía una cueva de mármol blanco, mezclándose con la nieve, que parecía ser demasiado para su suave material en este entorno rústico.

-"La persona que tiene las respuestas a tus preguntas está adentro. Entra."-

Elsa frunció el ceño. ¿Ella? ¿Dirigirse a este lugar que no le inspiraba confianza? Y sola encima de eso.

-"¿No vienes conmigo?"-

-"Mis preguntas no son las tuyas, princesa."-

Elsa no respondió, solo inhaló, consciente de que la ladrona no le diría nada más.

Insegura pero curiosa, entró la reina. En el interior, una luz amarilla atravesaba las paredes, muriendo aquí y allá, a la sombra de lo desconocido. Un silencio se hizo eco, chocando contra las paredes del estudio. Extrañamente, contra las palabras de Mak, Elsa no pudo encontrar a nadie.

-"¿Hay alguien?"-

Ella intentó llamar. Viéndose ridícula.

Sin respuesta. La rubia vaciló por un momento, escuchando por un momento como si las paredes fueran a responderle.

Quería salir, culpar a Mak por su estúpida idea, recordarle que no le gustaban las bromas malas, pero finalmente lo intentó de nuevo.

-"Necesito respuestas."- Dijo con voz resignada.

-"La pequeña loba no te mintió, tengo las respuestas a tus preguntas, Elsa de Arendelle."- De repente dijo una voz tan profunda como su hogar.

Elsa saltó sobre sí misma. Miró, buscando alrededor de dónde venía el sonido. Pero nada, nadie estaba presente. La voz sonaba femenina, antigua, gutural, un poco maldita pero tranquilizadora.

Elsa supuso que debía haber pertenecido a una anciana a la que solo le quedaban unos años por delante.

-"No soy tan vieja."- La voz anunció, emitiendo una risa en su garganta.

Los ojos de Elsa se agrandaron. Esta voz leyó sus pensamientos como un libro abierto. Era espantoso.

-"No soy malo, deberías tranquilizarte."-

-"¿Quién es usted?"- Preguntó la princesa.

-"Soy el espíritu del lobo. Desde hace siglos, desde que existe este pueblo, lo he estado guiando, aunque mi tarea se está volviendo muy difícil."-

-"¿Por qué los lobos son tan malos?"-

-"En la antigüedad eran criaturas orgullosas, nobles y majestuosas. Hasta que se rompieron. Pero eso ya lo sabes. Hazme tus verdaderas preguntas."-

Elsa miró hacia abajo, avergonzada de ser tan transparente.

La reina guardó silencio por un momento, eligiendo la pregunta con cuidado.

-"Las marcas en la espalda de Mak, ¿de dónde vienen?"-

La voz pareció sonreír.

-"Sería más fácil preguntarle directamente, ¿no crees?"-

Cristales sangrientos (Elsa x fem OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora