Briak estaba liderando el camino, frente a todos los otros lobos que rodeaban a los cuatro amigos. Los hombres se movían todos al mismo paso, con el rostro impasible. La tensión estaba en su apogeo. Mak sabía que si hacía el menor gesto repentino, los animales regresarían rápidamente para devorarla.
Miró rápidamente a Briak. Había cambiado ... mucho. ¿Seguía siendo quien ella había conocido? ¿La estaba conduciendo directamente a una trampa? ¿Podría seguir confiando en él? Quería creerlo, y sin embargo ... La duda se deslizó en su mente. Porque con los lobos, ella siempre había dudado. Miró hacia atrás. Sus ojos buscaron instintivamente a Elsa y la encontraron de inmediato. "Necesito saber que no estoy sola " pensó Mak, tan fuerte que la reina creyó oírlo.
Elsa frunció el ceño y rápidamente se acercó a su lobo, entrelazando sus manos. "Ni siquiera puedo culparte." pensó la reina, a pesar de que Mak podía ver una pizca de ira en la mirada helada. La mujer lobo interrogó a la soberana en silencio, incapaz de leer la expresión de Elsa. No ofreció más explicaciones, sabiendo muy bien que el momento era incorrecto. Pero toda forma de reproche escapó cuando la rubia pudo sentir la mano de Mak tomar la suya. Su lobo tenía miedo, pero parecía querer armarse de valor. Elsa se odió a sí misma por haber pensado, aunque sea por un diminuto segundo, estar enfadada con Mak.
En silencio, apretó la mano de la mujer lobo, queriendo ser perdonada, mientras que la pobre lobo, por su parte, no había entendido nada.
--"¿Es tu novia?"-- Briak preguntó de repente, notando el gesto y riendo.
Elsa miró al hombre de mala manera, lo que no se le escapó al hombre lobo, por lo que él sonrió más.
--"¿Algún motivo por el que lo preguntas?"-- Dijo Mak, repentinamente irritada. Ya tensa por la situación, Mak no aceptó la indiscreción de Briak.
--"Pregunto eso es todo. Prefiero a la pelirroja."-- Confesó, encogiéndose de hombros. Anna frunció el ceño.
--" Estoy aquí, ¿sabes? No tienes que hablar de mí como si no estuviera."--
Briak enarcó una ceja burlona mientras miraba a Anna de la cabeza a los pies sin vergüenza. Elsa sonrió a pesar de querer evitarlo. Esa mirada, podía reconocerla entre mil ... esa misma mirada era la que Mak le había lanzado en ese callejón. Y esa misma ceja levantada. Debe ser un gesto común entre los lobos ...
--"Claro que me di cuenta ... de que estás aquí."--
Briak sonríe, molestando aún más a la princesa. Mak puso los ojos en blanco, recordando muy bien el carácter coqueto e insoportable de su amigo, un personaje que se parecía un poco al suyo.
Anna no respondió, solo miró a Briak. Este hombre ya lo estaba molestando ¿Cuál era esa forma de mirar a la gente? Y esos ojos brillantes de niño ... odioso.
--"¿A qué debemos exactamente el placer de tu visita?"-- Briak preguntó sin dejar de caminar.
--"Le necesito."-- Mak confesó, mirando a otro lado.
El joven hombre lobo esta sonriendo.
--"Esta es la primera vez que necesitas a alguien ... el fin del mundo debe ser inminente."-- Se burló.
--"Eso tampoco está muy lejos. El hijo del fuego ha vuelto con un ejército."--
Briak frunció el ceño sin perder la mirada en el horizonte.
--"Esos Fieles ... Si tan solo se hubieran quemado todos en el infierno "--
Elsa se estremeció. Después de todo, ella también era una Fiel. Algo le decía que no sería muy apreciada por sus suegros ...