Capítulo 12

539 75 12
                                    

Esa noche nuevamente, Elsa pudo escuchar a su lobo gemir y gruñir. La rubia se moría por saber qué se podría haber dicho en esta cueva, pero las dos jóvenes no habían vuelto a mencionar nada relacionado al lugar y Elsa no había insistido. Como siempre, la princesa había juzgado que si Mak quería hablar con ella, comenzaría ella la conversación.

Esa noche, algo había cambiado entre ellas, se había convertido en una nueva armonía. Las dos mujeres simplemente, por primera vez, habían aceptado su deseo de estar juntas, y más aún, de depender la una de la otra.

A la mañana siguiente el cielo estaba encapotado. Mak frunció el ceño al pensar que Elsa no debía estar en su mejor momento.

La joven loba sospechaba que el encuentro con el espíritu no había sido de buen grado para la soberana. Los primeros acuerdos tácitos se establecieron entre ellas, una de las primeras cosas que compartieron.
—————————————————————
N.T.: tácito, adjetivo: que no se expresa o no se dice pero se supone o se sobreentiende. Ej: Acuerdo tácito.
————————————————————

Durante mucho tiempo caminaron en silencio como por costumbre. Elsa, en poco tiempo, había aprendido a apreciar los silencios de su amiga, que ya no consideraba una falta de simpatía hacia ella. La joven simplemente era de esas personas que no hablaban para no decir nada, excepto cuando se perdió en unos pequeños monólogos que no tenían ningún significado real, excepto para ella misma. La rubia, en esos raros momentos de soltarse, se contentó con escuchar pacientemente, sonriendo, sabiendo que la mujer lobo apenas esperaba una respuesta.

Elsa suspiró en silencio, pensando que cada paso la acercaba un paso más a Arendelle y lo que constituía su pasado. La rubia no pudo evitar sentir cierta aprensión por lo que le esperaba. Volver a ver el palacio, las puertas, los habitantes ... y Anna. La princesa sabía que sería recibida con al menos un millón de preguntas de su hermana. ¿Cómo podía responder a esta curiosidad, cuando ella misma acababa de aprender un poco más sobre quién era?

–"Tendrás que empezar tu entrenamiento, princesa."– Dijo Mak de repente, sin apartar la vista del horizonte.

–"¿Mi entrenamiento?"– Repitió Elsa, frunciendo el ceño.

–"Antes de que lleguemos a Arendelle, tendrás que aprovechar tu poder."–

Elsa tragó saliva ante la idea. En veinticuatro años, la soberana nunca había dominado esta fuerza.

Arendelle estaba a solo tres días de su posición... Era una locura. La reina sospechaba que un toque de locura volaba por la mente de Mak, pero de todos modos ...

–"No sé si llegaré a dominarlo..."– Advirtió la princesa.

De repente, Mak se paró frente a Elsa, obligándola a detenerse.

–"Lo conseguirás. Solo tienes que dejar de rechazar este poder. Él es una expresión de tu alma, por lo que nunca será malo, así que libéralo."– Declaró en tono desafiante.

–"Atácame."– Ordenó, decidida.

Elsa conocía esa mirada, ese destello de luz eléctrica en la esquina del amarillo, Mak no la dejaría tranquila hasta que estuviera satisfecha.

La rubia lo intentó de todos modos:

–"No, no quiero lastimarte."–

Mak enarcó una ceja burlona y respondió:

–"Ya hemos tenido esta conversación, alteza. No me estoy poniendo en peligro, no eres lo suficientemente fuerte para mí, así que atácame."–

Cristales sangrientos (Elsa x fem OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora