Elsa apretó el abrigo de pelo de Briak en su mano. Los lobos corrían a paso rápido, cruzando toda la nieve, soplando espesas nubes de niebla. Demasiado rápido, las torres más altas del castillo de Arendelle aparecieron en el horizonte. La reina sintió que Briak gruñía. Ordenó a la manada que se detuviera y desmontó del lobo. Briak volvió a su forma humana.
--"¿Qué hacemos?"-- Preguntó.
--"Estamos esperando la señal de Mak."-- Respondió la rubia sin apartar los ojos de Arendelle.
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Mak se detuvo sin aliento. Lanzó una mirada experta sobre Arendelle. Hans debe estar en la torre más alta, eso era seguro. Debía pensar que estaba muerta, pero probablemente esperaba que Elsa regresara. El famoso ejército del sur ya no estaba allí, y el joven príncipe debía estar disfrutando de los placeres del castillo. Era tarde, solo unos pocos guardias estaban haciendo sus rondas habituales alrededor de las puertas. Los lobos podían esperar un efecto sorpresa si entraban discretamente. Mak lamentó por un momento no tener a Briak a su lado. Con él, la misión habría sido muy sencilla. Con su padre, sería más complicado.
--"¿Dónde está el Fiel?"-- Preguntó Mordok, con los brazos cruzados y la mente aguda.
Mak señaló la torre sin responder. Sin pensarlo, Mordok dio un paso adelante. Su hija lo detuvo.
--"Espera. No iras a precipitarte al castillo ¿no?"--
--"¿Y porqué no? No durará cinco minutos frente a mí."--
"Me parezco demasiado a ti " pensó el lobo, exasperado.
--"Quizás, pero tenemos un plan. Son dos veces más numerosos que nosotros."--
--"Soy mil veces más fuerte que ellos."--
"El humilde habló "
--"Lo sé pero-"--
Mordok no le dio tiempo a Mak para terminar su oración, cuando ya estaba corriendo solo para atacar el castillo.
Mak gimió ruidosamente ante la estupidez de su padre y se apresuró a agarrar un arco para disparar una flecha en llamas al aire.
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La luz captó la mirada de Elsa. Ella frunció. No es normal
--"¿Ya se han infiltrado en el castillo?"-- Briak preguntó sin comprender.
--"No lo sé. Me parece extraño que Hans no esté con cadenas."--
--"Iremos a ver. Suba, su alteza."-- Dijo el joven, volviéndose lobo de nuevo. Sin más preámbulos, Elsa montó al animal y ordenó a la manada que se abalanzara sobre Arendelle, esperando en cuerpo y alma que nada le sucediera a Mak.
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--"¡Señor! ¡Todo un ejército se dirige directamente hacia nosotros!"-- Un hombre gritó, irrumpiendo en la oficina de Hans.
El príncipe sonrió sin levantarse de su silla y dijo pensativo: --"Elsa finalmente ha decido volver..."--
--"No señor, no hay rastro de la reina."-- El guardia respondió, sin saber si tenía el derecho.
--"¿Quiénes son entonces?"-- Preguntó Hans, dignándose a mirarlo.
--"No son hombres, señor. Es un ejército de lobos. Son más de cien. Atacan desde el sur. Uno de ellos es blanco y parece más peligroso que los demás. Imagino que es su jefe."--
Los ojos de Hans se agrandaron. ¿Cómo es posible? ¿Ese maldito lobo habría sobrevivido? Pero la había matado a golpes. Nadie normal habría salido vivo. Quizás atacaban para vengar su muerte. ¿Pero no era una marginada? Y este legendario lobo blanco, ¿realmente existió?
