Vida temprana

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18 de enero de 1982 

En un orfanato de Washington, se encontraba una pareja recién casada junto con su única hija de un año. Ellos se encontraban buscando poder adoptar una niña, no sabían de que edad adoptar a una niña, no querían que fuera más grande que su hija pero tampoco querían que fuera tan pequeña, así que lo mas fiable era que adoptaran a una pequeña de la misma edad que su hija. 

Cuando entraron al orfanato una señora amable los recibía con una gran sonrisa. 

-Buenas días. Bienvenidos al orfanato central de Washington, mi nombre es Megan, ustedes deben de ser la familia Swan. 

Ellos asintieron y saludaron a la señora, esta después de escuchar la edad de los niños que le gustarían ver, los llevaron a los salones donde se encontraban niños de entre 1-3 años, en el salón se encontraban dos señoras más cuidándolos. 

-Este es el salón colors, aquí cuidamos a los pequeños de entre 1 a 3 años-empezó a explicar Megan-tenemos cinco niños y seis niñas, dos de los pequeños son mellizos. La mayoría de ellos llegaron cuando apenas nacieron, otros fueron abandonados por sus padres a la entrada del lugar o sus padres tuvieron algún accidente que termino con sus vidas. 

Mientras que ella les explicaba, ellos miraban a todos los niños que se encontraban jugando u otros dormidos. Hasta que la mirada de Rene callo en una bebe jugando separada de todos los demás, con una pequeña serpiente a un lado de ella, eso llamo su atención y la asusto por lo que llamó la atención de su marido. 

-Charlie-este volteo a verla, al igual que Megan- ¿es una serpiente real? 

-No tienen nada de que temer-hablo rápido Megan, ellos la miraron con duda-ella es Spica, ella fue dejada en nuestra puerta hace unos meses, tiene un año y seis meses. Llego con la serpiente hemos investigado y es una mamba negra-Charlie la miro horrorizado. 

- ¡Pero esa es una serpiente demasiado venenosa, como dejan que este cerca de ella! 

-Como dije Spica venia acompañada de ella, nunca la a dañado, de hecho la a cuidado. Cuando apenas llego las intentamos separar, pero la serpiente no nos dejaba y ella no dejaba llorar, cuando la dejamos de nuevo estar juntas la serpiente se acerco a ella y le acaricio su mejilla, para luego darnos una mirada que les puedo jurar que si fuera una persona nos mataría. Así que no tengan miedo, aunque hace unas semanas vino una pareja, pero decidieron no criarla ya que no querían a una serpiente en su casa. 

- ¿Podemos acercarnos a verla? -hablo Charlie a la mujer, después de ver como su esposa miraba con ternura a la pequeña. 

-Claro, acompáñenme. 

Cuando estuvieron frente a la pequeña que jugaba con unos muñequitos y una casita, miraron como la serpiente los miraba fijamente, ellos se sentaron frente a la infante, la cual los miro con curiosidad. 

-Hola pequeña-la saludo Rene. 

-Hola-pronuncio con su voz muy suave, se notaba que apenas empezaba a hablar. 

- ¿Podemos jugar contigo? 

La pequeña no contesto solo asintió con su cabecita y les extendió dos muñequitos con los que estaba jugando. Ellos miraron y eran una mujer y un hombre, Rene que tenia a su hija Isabella en brazos, al mirar a la niña y a sus padres con juguetes decidió que se quería bajar de sus brazos, por lo que empezó a moverse, cuando logro que la bajaran se quedo junto a sus padres, Spica la miro y le entrego otro muñequito, Isabella no sabía que hacer por lo que Rene se metió. 

-Toma lo Bella, vamos a jugar con Spica-Bella asintió y lo acepto. 

Entre los cuatro empezaron a jugar, tanto que los padres se habían olvidado de la serpiente que se encontraba a un lado de la niña durmiendo, hasta que esta empezó a moverse y subió a sus hombros, quedando por lo largo de sus brazos junto alrededor de su cuello. 

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